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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 15:46

Revisar la pisada de los niños en la práctica del deporte, esencial para evitar lesiones y problemas de rodilla

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Existen patologías de los pies que están influenciadas por el deporte y la edad del niño y muchas pueden evitarse con ejercicios de potenciación y estiramientos

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Empieza el nuevo curso escolar y el deporte toma protagonismo como una de las actividades extraescolares preferidas por los niños. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cuando los más pequeños practican un deporte con una intensidad demasiado alta pueden sufrir una lesión en el pie, ya que el pie de un niño no es como el de un adulto, pues sus estructuras no están aún formadas, los huesos no están cerrados y los tendones y ligamentos no tienen tanta fuerza.

Existen patologías de los pies que están influenciadas por el deporte y la edad del niño y muchas pueden evitarse con ejercicios de potenciación y estiramientos. Tal como afirma Jairo Casal, podólogo de la Unidad Podocativa en el Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, que también tiene clínica en el Hospital Vithas Castellón, “antes de comenzar cualquier ejercicio físico el calentamiento es fundamental, porque un mal movimiento puede producir lesiones. Por otra parte, es muy importante vigilar la pisada de los más pequeños ya que los pies son el único punto de apoyo y una mala forma de pisar va a tener repercusión en otras estructuras como la rodilla, la cadera o la estructura muscular de la pierna”.

Además, cada deporte requiere un calzado especial. Es fundamental, agrega el especialista, “elegir un calzado que cumpla las especificaciones técnicas de dicho deporte, por ejemplo, puede resultar contraproducente utilizar una bota de fútbol para césped natural en césped artificial. También es clave que sea la talla adecuada para evitar problemas como las callosidades y rozaduras. Respecto a los calcetines, deben ser fabricados con un tejido de calidad que transpire y sin costuras para evitar rozaduras. Además, no hay que olvidar mantener los pies secos para evitar la aparición de hongos utilizando, por ejemplo, talco”.

En el caso de una lesión, Jairo Casal comenta que “los niños tienen una capacidad de regeneración muy alta y con el reposo y los medios necesarios estas lesiones se solucionan. En la infancia estamos a tiempo de tratar y curar algunas patologías, no solo del pie, también de la rodilla y de la espalda, si tienen su origen en un mal apoyo plantar. Las plantillas personalizadas y ejercicios de potenciación del tibial posterior pueden corregir los pies planos flexibles y semiflexibles, especialmente si se trabajan mucho las puntillas. También muchas escoliosis de la espalda, que son consecuencia de una asimetría en las piernas, pueden tratarse añadiendo unos milímetros a la pierna”.

La patología más habitual es la enfermedad de Sever (osteocondritis del calcáneo), un dolor en el talón que aparece entre los 9 y 12 años. “El tratamiento que se solía mandar era reposo y ahora se ha demostrado que con una buena plantilla personalizada el niño no tiene que parar”, precisa el especialista.

Gimnasia rítmica, patinaje y ciclismo

“En gimnasia rítmica hay que tener mucho cuidado con las deformidades digitales porque los dedos pueden hacer ‘garra’. Tanto en este deporte como en el ballet se trabajan mucho las puntas de los pies y esto puede ser beneficioso para trabajar el pie plano, pero también puede potenciar los dedos en garra o producir juanete de forma prematura”, agrega el especialista.

Jairo Casal también indica que “en ciclismo es más fácil que aparezcan sobrecargas en la zona metatarsal (la almohadilla del pie), ya que es la que mayor fuerza realiza. Lo más importante es que el niño lleve la bicicleta adaptada a su altura, especialmente el sillín y el manillar, porque si está descompensada pueden producirse problemas de rodilla”.

En cuanto al patinaje, el pie puede sufrir, sobre todo, si es un pie plano. El escafoides (hueso de la zona de dentro del pie) y algunas prominencias óseas pueden rozar contra la carcasa del patín e inflamarse. “El patinaje resulta beneficioso para aquellos niños que caminan en aducción, es decir, metiendo la punta de los pies hacia dentro, y para potenciar la rotación externa de cadera porque hace que abramos más la marcha. Sin embargo, es un deporte que puede potenciar el genu valgo (las rodillas tienden a juntarse) porque se doblan más las piernas hacia dentro”, concluye el especialista.