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En los últimos treinta años, y según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha multiplicado por tres la cifra de personas que se desplazan entre continentes. Esta tendencia, ha disparado un interés creciente por la relación entre viajes internacionales y salud. Sin embargo, es sorprendente el tiempo que un viajero puede dedicar a consultar información turística entre distintas agencias y páginas web y el escaso interés por los problemas de salud que pueden presentarse en el lugar de destino. En este sentido, destaca el doctor Pedro Soto, jefe del Servicio de Prevención de Hospitales Nisa, "se estima que más del 80% de los viajeros españoles no busca ningún consejo sanitario antes de partir. La razón principal es el desconocimiento de que dicho consejo sea necesario".
Y es que, existe la creencia infundada de que sólo sería preciso en caso de turismo de aventura en países en vías de desarrollo. “Esto es radicalmente falso: la reciente epidemia del virus Zika ha puesto en evidencia que en 2014 – 2015 se registraron 55.000 casos de enfermedad en la Polinesia Francesa, destino de turismo de lujo. Igualmente, zonas de Estados Unidos como Puerto Rico o las Islas Vírgenes están afectadas".
Por otra parte, conviene destacar que muchas agencias de viajes informan a sus clientes de las vacunaciones obligatorias para entrar en determinados países, pero además de esto, insiste el Dr. Soto, "debemos tener en cuenta las recomendaciones vacunales y de quimioprofilaxis de amplias zonas del planeta". Por ejemplo: el paludismo o
malaria afecta a 97 países en Asia, África y América. En ellos no se exige "vacuna antipalúdica" (aún está en fase de desarrollo) pero según las regiones a visitar y condiciones del viaje es muy recomendable la quimioprofilaxis. "La conclusión es de sentido común: al igual que su médico no es la persona ideal para informarle de hoteles o recorridos turísticos, su agencia de viajes no debe ser la fuente de información de vacunas o quimioprofilaxis”.
Hay que pensar también que pequeños contratiempos en nuestra casa pueden resultar una odisea en algunos países, por lo que es aconsejable tomar ciertas precauciones como llevar gafas de repuesto o consultar al odontólogo antes de partir.
Por supuesto, después del viaje, ante la aparición de diarrea, fiebre o lesiones cutáneas, el viajero debe informar a su médico del antecedente, porque en caso contrario provocará un retraso en el diagnóstico.
Existen distintas webs que aportan información fiable y útil a la hora de cuidar la salud de cara a un viaje. Sin embargo, no hay que olvidar que "cada persona puede presentar circunstancias especiales: embarazo, lactancia, enfermedades crónicas, sensibilizaciones... por ello es muy recomendable en caso de dudas realizar siempre una consulta médica personalizada, pero nunca con el taxi esperando para ir al aeropuerto; prográmela con tiempo suficiente, alrededor de dos meses antes de la partida”.
