El gijonés, muy superior, se clasificó para los octavos de final del torneo tras ganar al castellonense por 4-6, 3-6, 7-5 y 4-6 en tres horas y 24 minutos
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El tenista castellonense Roberto Bautista-Agut se despidió de Roland Garros en los dieciseisavos de final. Hasta ahí llegó porque se topó con la mejor versión de un gran Pablo Carreño que apenas le dio opción. El gijonés, número 18 de la clasificación mundial ATP, dejó clara su superioridad y accedió a los octavos de final tras superar al de Benlloch por 4-6, 3-6, 7-5 y 4-6, después de tres horas y 24 minutos.
El primer set se decantó a favor del gijonés después del buen arranque de Bautista-Agut (1-0, 2-0 y 3-2), aunque su rival fue mejorando y dejando claro que su intención era la de llevarse el partido. Lo que sí que hizo es adjudicarse el primer set por un plácido 4-6 después de cincuenta y tres minutos de partido.
En el segundo, Pablo Carreño empezó rompiéndole el servicio al tenista de Benlloch, y a partir de ahí siempre a remolque del asturiano que mostró su mejor versión y se mostró contundente y serio. A partir del 2-4 se le puso muy cuesta arriba al castellonense que después de 39 minutos cedió el segundo set por 3-6.
En el tercer set fue cuando reaccionó el castellonense. A pesar de empezar perdiendo (0-1), Bautista-Agut se fue creciendo y cobró ventajas muy buenas 3-1 y 4-2. Carreño reaccionó. Se estiró y se puso 4-5. En un emocionante final de set, el castellonense logró imponerse por 7-5 después de una hora y ocho minutos de duelo.
Así que se pasó al cuatro y el que a la postre fue el definitivo set. A pesar de empezar ganando Roberto Batista (3-2), Pablo Carreño acabó pegando fuerte y dejando pocas concesiones, así que después de 44 minutos se adjudicó el tercer set que le dio el pase para los octavos de final de Roland Garros.