Petardos, música, aglomeraciones pueden llegar a ser muy molestos para algunos personas que sufren altos niveles de ansiedad en estas fechas
Castellón Información
Ya estamos en fallas. Una realidad que supone un problema para las personas que sufren Trastorno del Espectro Autista (TEA). Los ruidos excesivos de música o petardos, las aglomeraciones, incluso los olores provocan que personas con TEA puedan padecer algún tipo de hipersensibilidad.
Son conocidos los casos de personas con autismo que sienten verdadero pánico a los petardos y fuegos artificiales, generándoles un gran nivel de ansiedad, y estrés. De hecho, según comenta Belén Martínez, coordinadora del Servicio de Neurorrehabilitación Pediátrica de Vithas Hospital Virgen del Consuelo: "En el caso de los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) 1 de cada 100 sufren hipersensibilidad. Estos estímulos pueden llegar a ser muy molestos y desagradables, llegando incluso a producir, en ciertos casos, hasta dolor físico".
Martínez también señala que "las respuestas en los niños con TEA son muy variadas desde taparse los oídos, inquietud, irascibilidad, miedo, rabietas, evitar trayectos frecuentes... Este tipo de respuestas pueden venir asociadas tanto a circunstancias concretas como son los petardos, aglomeraciones, ambulancias... Como a la anticipación y asociación a estas situaciones: malas experiencias previas, proyecto fallero en los colegios, cambios en las calles...".
Un dato relevante que se indica dentro de la página web autismodiario.org, plataforma líder en esta temática, corrobora sin duda el interés que genera en las familias ya que si se busca en Google "Autismo y Pirotecnia" restringiendo la búsqueda a los últimos 12 meses , sólo en páginas en español, devuelve más de 60.000 resultados.
Para que todas estas familias puedan disfrutar plenamente de estas fiestas valencianas, desde el Servicio de Neurorrehabilitación Pediátrica se recomiendan una serie de puntos a tener en cuenta:
• Proveer al niño de unos cascos o tapones para salir a la calle. Esto reducirá en gran medida la intensidad a ciertos estímulos auditivos (petardos, bombetas, pasacalles...)
• Vestir al niño con prendas interiores ajustadas para que le proporcionen cierta presión corporal, lo que les puede ayudar a bajar su nivel de estrés.
• Anticipar visual y oralmente, las situaciones a las que se va a enfrentar a lo largo del día o ante un acto fallero concreto.
• Proporcionar de manera adaptada al niño un modelo de respuesta adecuado a cada situación desagradable para él/ella.
• No insistir ni forzar a estos niños a participar en situaciones que conozcamos desagradables para ellos.
• Para favorecer la desensibilización y tolerancia a todos estos estímulos, sería recomendable trabajar con meses de antelación desde un servicio especializado.
Es importante por tanto concienciar a la población de esta realidad que viven determinadas familias. Una situación que también debe ser apoyada desde los organismos públicos, vigilando las zonas acotadas para el uso de los petardos no solo como seguridad de los viandantes, sino como forma de solidaridad social ante los cientos de valencianos, adultos y niños, con hipersensibilidad auditiva.