El pasado verano fallecieron cinco menores en la Comunitat Valenciana.
Un ahogamiento puede producir la muerte pero también secuelas graves como lesiones pulmonares o daños cerebrales irreversibles.
Castellón Información
La Conselleria de Sanitat, a través de los Centros de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) de la Comunitat Valenciana, recomienda extremar las precauciones para poder disfrutar del baño y de los deportes acuáticos durante este verano.
El pasado verano fallecieron en la Comunitat Valenciana 25 personas en playas y piscinas, de las cuales 5 eran menores de edad.
Por esta razón los profesionales del servicio de emergencias sanitarias de la conselleria de Sanitat quieren dar una serie de recomendaciones para disfrutar del baño de forma segura y evitar situaciones que pongan en riesgo la salud de los bañistas.
Una de las recomendaciones más importantes a la hora de tomar el baño es respetar los tiempos de las digestiones ya que cuando se está haciendo la sangre se concentra en el aparato digestivo y se reduce la oxigenación. Esto unido a un cambio de temperatura, al pasar de un medio a otro, puede provocar una pérdida de conocimiento, vómitos o una bajada de pulsaciones y es entonces cuando se puede producir el ahogamiento.
En cuanto a las personas adultas, sobre todo aquellas de avanzada edad, se recomienda bañarse durante las horas en las que hay presencia de socorristas y evitar los sobreesfuerzos porque un infarto, una subida de tensión o un mareo en el agua se agrava y la capacidad de reacción disminuye.
Prevención y vigilancia de los menores
Los ahogamientos suponen la segunda causa de muerte en menores de edad, por lo que se recomienda extremar la precaución con este sector de la población.
El Dr. Antonio Nieto, pediatra del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia y vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría, sostiene que los ahogamientos en menores de edad se deben, fundamentalmente, a la falta de precaución de los padres y de los jóvenes.
Nieto, basándose en las recomendaciones del Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones Infantiles de la Asociación Española de Pediatría apunta que los peligros asociados con el agua en menores difieren en función de la edad por lo que "hay que adaptar las medidas de precaución según los años del menor". Así, en los niños menores de cinco años "los ahogamientos de piscinas se podrían reducir en un 95% con un adecuado vallado u otras medidas de seguridad, y son siempre responsabilidad de las personas a cargo del menor".
Nieto añade que "bajo ningún concepto se debe bajar la guardia. Los niños siempre han de estar vigilados por una persona adulta ya estén dentro del agua o en los alrededores de la piscina. El ahogamiento se produce de forma rápida y silenciosa y hay que recordar que un bebé se puede ahogar en tan solo 30 centímetros de profundidad".
El pediatra recomienda tener especial atención también en los niños de mayor edad que comienzan a practicar deportes y juegos relacionados con el agua. Es el caso del buceo o submarinismo, ski acuático, vela, canoa, motos náuticas o los parques acuáticos. "Hay que recordar a los padres que en ciertas edades tempranas el niño no está capacitado para algunas actividades, ya que pueden sufrir distintas lesiones graves como la hipotermia por inmersión en aguas frías o cálidas durante más de 25 minutos, o las derivadas de la caída desde embarcaciones, sin chaleco salvavidas homologado" ha apuntado Nieto.
Recomendaciones generales
Hay una serie de recomendaciones básicas que todos los ciudadanos deben seguir cuando estén en un medio acuático: respetar las digestiones, no consumir alcohol, en las playas respetar el significado de las banderas, elegir lugares seguros para bañarse y vigilados por socorristas.
Cabe recordar que un ahogamiento puede producir la muerte pero también secuelas graves como lesiones pulmonares o daños cerebrales irreversibles.
En caso de presenciar un ahogamiento lo primero que hay que hacer es comprobar que la persona respira y si no es así llamar inmediatamente al 112 y comenzar una reanimación cardiopulmonar básica hasta que lleguen los servicios sanitarios.
Éstas y otras recomendaciones similares se pueden consultar en la página web del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y en este enlace de la Asociación Española de Pediatría.
