Se trata de una joya artística de 1735 que estaba considerado como el mejor de la provincia hace un siglo y que fue destrozado por unos jóvenes en 1936
Son los propios vecinos de Sant Jordi los que más se han implicado en esta iniciativa, creando la asociación 'Amigos del Órgano'
Castellón Información
El Ayuntamiento de Sant Jordi está trabajando de la mano de los vecinos del pueblo para recuperar el esplendor del histórico órgano de su iglesia. Se trata de una joya artística de 1735 que estaba considerado como el mejor de la provincia hace un siglo y que fue destrozado por unos jóvenes en 1936.
Para buscar una solución que permita poner en valor el órgano de Sant Jordi, el Ayuntamiento está trabajando junto con los responsables autonómicos de la Dirección General de Patrimonio y de la Diócesis de Tortosa. De momento están evaluando los daños sufridos, estudiando como restaurarlo y buscar la financiación de los trabajos, que consideran que ascenderán a más de 250.000 euros.
Iván Sánchez Cifre, alcalde de Sant Jordi, ha asegurado que "estamos todos muy concienciados en la necesidad de recuperar esta obra de arte de casi tres siglos y que fue construido gracias al esfuerzo de los vecinos del pueblo. Precisamente, tengo que agradecer que ahora también estén siendo los vecinos de Sant Jordi los primeros que se hayan implicado en impulsar esta iniciativa para recuperar el histórico órgano de nuestra iglesia".
Durante el verano pasado, el alcalde de Sant Jordi, Iván Sánchez, ya promovió una reunión entre representantes de la Consellería de Cultura y la dirección de Patrimonio de la Diócesis, a la que asistió el mismo Obispo de Tortosa, estimando que el coste de la recuperación podría superar los 250.000 euros. A pesar de ello, se inició formalmente un proceso de restauración que confían en que pueda llegar a buen término. Hay que tener en cuenta que hace unos 20 años se intentó también una restauración, que se valoró entonces en 1.100.000 euros y se desistió finalmente por su elevada cuantía.
Recientemente visitaron la iglesia de Sant Jordin Vicente Ros, organista, doctor por la Universidad de Valencia y catedrático de órgano y clavecín, y Luis Miguel Rico, actualmente el único constructor de órganos de la Comunitat Valenciana, con objeto de estudiar las posibilidades de restauración del órgano de la iglesia.
Fue destrozado por unos jóvenes en 1936
Según algunos técnicos, ese órgano era a principios de siglo pasado el mejor órgano de toda la Diócesis de Tortosa hasta que el día 3 de agosto de 1936 fue desmantelado por un numeroso grupo de adolescentes llevados allí por miembros del comité local anarquista con el objetivo de destrozar el órgano de la iglesia, tal y como reconoció uno de aquellos adolescentes protagonista de aquel descosido y que murió hace poco con más de 90 años.
Precisamente son los propios vecinos de Sant Jordi los que más se han implicado en esta iniciativa, creando la asociación 'Amigos del Órgano', que limpiaron personalmente el lugar donde se encuentran los restos del órgano, del que se sacó toda la basura cuidando de no estropear más de lo que ya estaba. Se encontraron entre los escombros 26 flautas de madera sueltas, que habían sido arrancadas del instrumento y tiradas por allí, las de estaño desaparecieron todas. Originalmente había en total unas 1.475 flautas, según se desprende de las conducciones de aire todavía existentes.
Durante los años de 1950 en el aposento contiguo, donde se encontraba el fuelle que proporcionaba el aire y que se movía por cuatro personas, el cura párroco instaló una máquina de cine que en verano proyectaba por una ventana al exterior de la iglesia, sobre el antiguo cementerio, las películas de cine cada sábado y domingo por la noche. El enorme fuelle se sujetó junto a la pared donde todavía se encuentra.
Tal y como han explicado al alcalde de Sant Jordi desde la Conselleria de Cultura, "aparte de este incidente, las instalaciones han permanecido cerradas todo el tiempo, con el consiguiente deterioro propio del paso del tiempo, pues la construcción del órgano data del año 1735, pero a pesar del tiempo la madera está en perfectas condiciones, sin carcoma, sin malformaciones y con la rigidez de las obras hechas con calidad y esmero, toda una joya que ha estado ahí muerta más de medio siglo".
Iniciativa de la asociación "Amigos del Órgano"
La asociación que se ha creado se ocupará de la gestión de la limpieza de los restos y del aposento, del inventario y del adecuar el estado de lo que queda, de los contactos, presupuestos y, lo más importante, de obtener los fondos para su restauración total. Durante los trabajos de limpieza se ha podido comprobar que las flautas y tubos de madera, que estaban forrados de hojas de la Gaceta de Madrid de primeros años de 1900, al quitarles un poco el polvo con la mano y soplando sacan todavía un armonioso sonido.
Los técnicos que recientemente han visitado el lugar estudiaron minuciosamente la situación de las instalaciones e indicaron que la estructura del órgano está intacta, que lo que se destruyó fueron los instrumentos periféricos: el teclado, las flautas, las llaves exteriores de los tonos, algunos mecanismo internos y todo aquello que estaba al alcance fácil de los niños y que podían tomar con facilidad, pero su estructura, los cuatro secretos y los conductos interiores, más voluminosos y menos atractivos, están intactos y perfectamente aprovechables, con el deterioro propio del paso de los años.
Pero con una minuciosa limpieza y una delicada restauración de sus elementos musicales se puede recuperar una auténtica joya de organero ‘Don Matías Salanova’, autor del instrumento y que sin duda podría llegar a ser el mejor órgano de la provincia de Castellón con un presupuesto que se estimó en torno a los 100.000 euros.
Todo este proceso se inició hace justo dos años, cuando el 26 de abril de 2019 el Ayuntamiento de Sant Jordi presentó el libro "Historias de Sant Jordi", del autor Juan Esteller, compendio de hechos ocurridos en el municipio en la época de la República, la Guerra Civil y la posguerra y editado por la Diputación de Castellón. En uno de sus capítulos habla de la destrucción del órgano de la iglesia, aunque el capítulo del libro se centra más en el asesinato del organista, pero la publicación de ese libro motivó el interés por restaurar tan precioso instrumento y a partir de ese momento surgió la iniciativa por un grupo de personas, la mayoría jubilados de avanzada edad para restaurar ese órgano.