Máxima expectación para este partido contra un conjunto madridista que saldó con empate (2-2) sus tres últimas visitas al Estadio de la Cerámica
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Empieza la cuenta atrás para el partido que jugará el Villarreal el sábado contra el Real Madrid en el Estadio de la Cerámica, a partir de las 18.30 horas. Este martes fue el portero palentino Sergio Asenjo el que empezó a analizar el encuentro del fin de semana. El equipo de Unai Emery se enfrentará a un conjunto madridista que no está atravesando su mejor momento. Además, dijo que "no creo que sea el peor Real Madrid, ya nos hemos enfrentado a ellos en malas rachas, pero seguro que será un partido complicado. Sabemos que tras esa derrota dolorosa en Valencia querrán reaccionar ya en este partido. Son equipos que siempre están arriba, tienen las mejores plantillas y saben competir".
Agregó el meta del Villarreal que "cada partido con el Madrid es un mundo y nunca sabes qué puede pasar, los partidos con el Madrid son complicados desde el primer al último minuto. Juegas con los mejores del mundo y eso hace que el partido sea siempre muy complicado". En el conjunto vila-realense se confía en sacar los tres puntos para seguir en esa zona de privilegio. "Vamos a preparar el partido como siempre y vamos a olvidar lo de los penaltis, sucederán cosas como suceden en todos los partidos, pero no esperamos nada fuera de lo normal", señaló.
Sergio Asenjo se refirió al buen momento del 'Submarino' amarillo. "En poco tiempo el equipo ya tiene una seña de identidad, es verdad que en estas últimas temporadas nos costaba más y ahora el equipo está compitiendo en todos los partidos, siendo el del Getafe un reflejo de ello. Creo que este año la motivación es diaria, se vio con el filial en el amistoso del otro día en el que acabamos goleando, el equipo se muestra muy serio y con ganas en cada partido. Esa sensación es la que nos hace ser optimistas", analizó.
El Real Madrid saldó con empate (2-2) las tres últimas visitas al campo del Villarreal. El empate a dos de la pasada campaña se produjo en la tercera jornada del campeonato y tuvo como protagonista a Gareth Bale, que fue quien neutralizó con sus goles las dos ventajas de las que dispuso el equipo entonces entrenado por Javi Calleja.
