Por Marta Barrachina. Alcaldesa de Vall d’Alba. Diputada provincial. Presidenta provincial del PP de Castellón.
Ximo Puig ha convertido a Ana Barceló en la nueva síndica del grupo socialista en Les Corts Valencianes. Bueno, por lo menos nos quitamos de encima a la que, con toda seguridad ha sido la peor consellera de Sanidad de la Comunitat Valenciana. Adiós y muy buenas…
Los castellonenses, los valencianos y los alicantinos somos víctimas de su nefasta gestión al frente de la Sanidad Pública. Nunca la gestión de un Consell fue tan lesiva con la vida de las personas. Barceló, con el beneplácito de Ximo Puig, ha agotado a los profesionales sanitarios y ha atacado la salud de las familias. Se ha tardado demasiado en cesarla… Uy, perdón, quería decir reubicarla… En cualquier caso se ha tardado demasiado.
La herencia que deja Ana Barceló en Sanidad está envenenada. Y es que la situación que hoy vive hoy la Sanidad de nuestra provincia es insostenible. En el Hospital Provincial los problemas se agravan, las listas de espera se disparan, no hay apoyo al personal sanitario que carece de refuerzos, la unidad del sueño está cerrada y la cámara hiperbárica sin utilizar. Es un destrozo sanitario que nos exige manifestar públicamente nuestro más rotundo y enérgico basta ya en defensa de la vida de los castellonenses. Porque hoy centros hospitalarios que han sido referentes, como este, están esquilmados por una política que lleva al desastre la sanidad. Y no es el único, porque hospitales como el General, el de Vinaròs o La Plana sufren idéntico castigo.
Desde el Partido Popular nos comprometemos con los castellonenses a recuperar, tan pronto como lleguemos al gobierno, la excelencia sanitaria que nos han desmantelado. Vamos a poner un definitivo punto final al infierno sanitario que castiga a Castellón mientras otras provincias gozan de recursos que aquí el PSOE desmantela.
La marcha de Ana Barceló es un primer paso, pero no es suficiente. Desde el Partido Popular, también exigimos responsabilidades políticas a Ximo Puig por todo el proceso de acoso y derribo que afecta a la sanidad pública, y que va desde el desmantelamiento del Hospital General al cierre de muchos ambulatorios de numerosos pueblos de nuestra provincia. Lo que estamos viviendo es muy grave. La salud de las personas está en juego. Y con la salud no se juega. Socialismo o sanidad.
