El portavoz de los socorristas ha asegurado: "nos amenazaron con tomar acciones legales, por lo que nos negamos a trabajar con esas condiciones”
Las playas de Benicàssim han gozado esta última semana de toda clase de emociones, teniendo en cuenta el festival del Rototom, que reúne a un gran conjunto de personas a nivel internacional. Sin embargo, también sus playas fueron testigos de la renuncia de un total de "nueve socorristas", según fuentes de los socorristas afectados. El motivo ha sido por falta de material y también, por “faltas de contrato y una hora extra que no nos pagaban”, explica el portavoz de los socorristas mientras también matiza que desde ayer "ya no se hace esa hora". El portavoz de los socorristas también ha querido trasladar sus inquietudes ante toda clase de “irregularidades”, e insiste: “Los jefes de la empresa nos dijeron que estábamos jugando con la vida de los demás, pero no es cierto, son ellos quienes lo están haciendo”.
Tàrsila Galdón/Castellón Información
La huelga estaba prevista para el mismo día en que empezaba el festival del Rototom, de hecho, el portavoz de los socorristas asegura que ya habían enviado la carta “4 o 5 días antes”. Por su parte, la empresa ya había informado con anterioridad a Castellón Información que desconocían la convocatoria de la huelga. Ese mismo día los socorristas se reunieron para la reunión matinal y, según el portavoz de los socorristas: "también aparecieron los encargados de la empresa".
El portavoz de los socorristas informa que les amenazaron con tomar “acciones legales, por lo que nueve de nosotros renunciamos porque nos negábamos a trabajar con esas condiciones”. Así pues, una vez renunciaron, fuentes de los socorristas implicados aseguran que durante hora y media las playas estuvieron sin vigilancia.
El Ayuntamiento de Benicàssim realizó esa misma mañana una ronda de vigilancia para comprobar que todo estaba en orden y en efecto, lo estaba. Ante esta información, el portavoz de los socorristas ha explicado que en el contrato existe una cláusula en el que dicta que la empresa puede distribuir sin previo aviso entre las playas de su concesión.
Según informaciones anteriores, la empresa tiene playas en Oropesa, Castellón, Peñíscola y Cabanes: “Claro, cuando renunciamos, la empresa cubrió nuestros puestos con socorristas de otros lugares, por eso el informe policial salió bien”, mantiene su portavoz mientras inisite que las playas estuvieron hora y media sin vigilancia.
Por otro lado, los socorristas siguen explicando que en ningún momento la plantilla ha tenido ningún “plus” por ser el Rototom. En su comunicado oficial, el Ayuntamiento de la localidad ha mantenido que “al ser el festival Rototom Sunsplash, el servicio en las playas ha sumado dos socorristas porque la seguridad de todos es una máxima”. Sin embargo, el portavoz de los socorristas asegura que siempre "hemos sido 24 socorristas, sumando entre ellos a los dos patrones, y de forma separada: un jefe de playa, un DUE y un técnico sanitario".
Las imágenes mostradas han sido facilitadas por fuentes de los socorristas. Las fuentes aseguran que el 28 de julio tenían exactamente el mismo número de personal que el día 17 de agosto, es decir, un día después del inicio del festival del Rototom. Los rectángulos negros representan las 24 personas del personal de socorrismo, que por respeto a las fuentes, se ha procedido a no mostrar sus nombres.
Fuentes de los socorristas siguen denunciando falta de material: “Se están poniendo ahora las pilas porque se ha hecho mediático y en la parte visual tratan de aparentar”, asegura su portavoz ante el informe policial que asegura que los socorristas disponían de crema solar, silbato, gafas de sol, un walkie por socorrista, latas de rescate y uniforme de trabajo. Además, en este informe también se constató que las torres dispusieran de sombrilla y una mochila con botiquín y prismáticos.
A pesar de todo, fuentes de los socorristas siguen denunciando: “Solo teníamos un uniforme para todo el verano, y ni bañador: teníamos un pantalón de chándal, que tarda 4 o 5 horas en secarse”, informa el portavoz. También menciona el tema de los walkies: “Son muy fáciles de romper y no son impermeables, a la mínima que se rompa no puedes comunicarte con central”, mantiene.
“Si hubiera pasado algo, no nos hubiéramos podido comunicar con central, muchos se compraron su propio walkie”, asegura el portavoz de los socorristas. Entre estas denuncias, los socorristas también muestran preocupación por las embarcaciones. El portavoz de los socorristas ha informado que tienen dos: una cercana al ‘Pirulí’ y otra en el Torreón. “La primera está bien, pero la segunda es muy pequeña y tiene el motor muy pesado”.
“Tenemos orden de que esa embarcación solo puede salir en bandera verde, porque es verdad que es muy peligrosa”, se muestra exasperado el socorrista y prosigue: “Cuando más trabajo tenemos es en bandera roja o amarilla: ¿Qué pasa si tenemos un rescate?”. El socorrista se lamenta que entre ir del Pirulí al Torreón ya se tardan unos diez minutos, realizar la maniobra de rescate, cuatro o cinco y después, tienen que llevar a la persona a tierra firme y empezar al reanimación cardiopulmonar (RCP).
“20 minutos en llevar a cabo todo el rescate: si una persona pasa 10 minutos de parada cardiorespiratoria, tiene un 2 % de posibilidades de que viva”, sigue explicando el portavoz de los socorristas y continúa: “Lo ideal sería que la embarcación llegara en 4 minutos, se realizara el rescate y tardar 7 u 8 minutos para poder practicar la RCP”. Ante estas nuevas informaciones, este periódico ha intentado ponerse en contacto con la empresa sin éxito.