El ayuntamiento de Castellón concede una subvención de 35.000 euros para contribuir en su mantenimiento
EM/ Castellón Información
Hace prácticamente un año, abría sus puertas el centro Stella Maris de Castellón. Stella Maris-Castellón es una ONG (Organización No Gubernamental) dependiente del Apostolado del Mar de la diócesis de Segorbe-Castellón.
El centro de acogida se encuentra en la avenida Ferrandis Salvador del Grao, en un local cedido por convenio con la Autoridad Portuaria. Se cubría así una necesidad y un sueño largamente acariciado, poder disponer de un punto de acogida en el que los marinos procedentes de todo el mundo, que recalan en Castellón, puedan sentirse como en casa, integrarse también en el Puerto en el que llegan, recibir ayuda si así la solicitan o, por lo menos, sentirse arropados como personas, para ‘sentirse como en casa’ mientras dura su estancia en Castellón.
El centro se gestiona desde el voluntariado y la solidaridad, y muchos de quienes ofrecen sus servicios de forma gratuita, lo llevan en el corazón, porque ellos también han sido marinos, pescadores, navegantes, marinos mercantes, que en alguna ocasión han deambulado por los mares. Para ellos, una palabra de acogida, de apoyo, un punto de referencia ha sido una de sus grandes necesidades fuera de casa.
Ahora colaboran desinteresadamente para proporcionar a sus compañeros de hoy lo que ellos necesitaron y muchas veces recibieron en otros Stella Maris de otros puntos del mundo, sin importar su raza, credo, lengua, o nacionalidad. Este servicio también funciona con éxito en otros puertos como los de Barcelona, Tenerife, Santander, Tarragona y Algeciras.
En torno a Stella Maris hay historias, muchas historias, anécdotas, sensaciones y sentimientos. Casos como el del marino australiano que llevaba 6 meses sin pisar Puerto, y para el que solo disponer de un teléfono fijo, un ordenador a mano, una conexión de internet, o una ducha en tierra firme, ya era casi un imposible…
El Estella Maris de Castellón se puso en funcionamiento gracias a la colaboración de la diócesis de Castellón, la cesión del local por parte del Puerto, la ayuda económica del Ayuntamiento, y el trabajo desinteresado de los funcionarios.
Ha obtenido la ayuda de la Federación Internacional de Trabajadores, cuenta con una furgoneta para facilitar la recogida de los marinos y su posterior traslado de regreso hasta sus respectivos buques mercantes.
El local tiene instalada una recepción, con personal contratado de forma permanente, máquinas de café y refrescos. Está dotado con un almacén, habitación auxiliar, sala de reuniones, salón con televisión, pequeña capilla, sala multiusos para estudio, ordenadores y servicio Wifi.
Aquí también se realizan conferencias y exposiciones. Está gestionado por la parroquia del Grao y mantiene colaboración con Cruz Roja y Cáritas para poder solventar cualquier situación de urgencia que pueda acontecer.
El Ayuntamiento aprueba una dotación de 35.000 euros
Ahora, además, el Ayuntamiento de Castellón ha aprobado una aportación económica municipal de 35.000 euros para colaborar en la financiación del proyecto Stella Maris-Castellón durante el año 2018, según ha dado a conocer el concejal de Bienestar Social y Dependencia, José Luis López.
El edil ha afirmado que los objetivos del proyecto Stella Maris-Castellón consisten en ser el rostro humano del puerto mediante la acogida de tripulaciones de los barcos atracados, promover la atención humana y pastoral de las personas que trabajan en los distintos sectores de la marina mercante de forma directa y consolidar un equipo de voluntariado y profesionales responsables de llevar a cabo esta labor.
López ha destacado el carácter social de esta iniciativa y en este sentido ha manifestado que desde el Ayuntamiento de Castellón “tenemos la obligación moral de participar en un proyecto como éste, que trata de ofrecer acogida, amistad, ayuda y atención humanitaria a la gente del mar que lo necesita, sin ningún tipo de discriminación”.
También ha subrayado la “importante labor que realizan personas que son voluntarios, una gran mayoría de ellos marinos profesionales jubilados y en activo, visitando las embarcaciones para informar y asesorar a los trabajadores del mar que llegan al puerto, y desconocen nuestra lengua, de los servicios sociales o sanitarios a los que pueden acceder, entre otras cuestiones”.
