Los cientos de autobuses y vehículos particulares con aficionados del Villarreal han llegado a Barcelona y comienzan a ‘tomar’ la Ciudad Condal. La capital de Catalunya se tiñe de amarillo con los cerca de 10.000 seguidores del submarino amarillo como preludio de lo que puede ocurrir esta tarde en el Mini Estadi, donde el equipo que preside Fernando Roig ‘necesita’ los tres puntos para seguir dependiendo de él mismo para retornar a la Primera División.