El expresidente de la Diputación Provincial, Carlos Fabra, ha afirmado esta mañana, que ha “sido objeto de una cacería político- mediática sin precedentes” orquestada por “determinados dirigentes socialistas”. Dice que se siente fuerte y que lo ha sido, aunque sabe que si hubiera tirado la toalla, la persecución habría cesado. La sentencia de la Audiencia Provincial de Castellón, afirma, al cabo de diez años, que no hay pruebas para sostener los delitos de corrupción, tráfico de influencias y cohecho para Fabra, como sí estima, que las hay para para culparlo penalmente por cuatro delitos por fraude a la hacienda pública. Fabra insiste en que el tema aún no está cerrado.
Ha formalizado 243 denuncias por infringir la ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, principalmente por tenencia de drogas y por desórdenes públicos.