El muelle de costa del Puerto de Castellón se llenó de gente esta tarde para dar la bienvenida a la gran Fiesta del Mar, Escala a Castelló, y para celebrar la primera de las arribadas de buques antiguos, la fragata rusa Shtandart. Fue todo un espectáculo, en tierra y en el mar. En tierra, donde la historia ha cobrado forma a través de los campamentos, el mercado y la gastronomía y en el mar con la participación de embarcaciones de recreo.