La Tornà de la romería, (parte laica de la tradición) y religiosa (parte penitencial) se fundieron y se confundieron en el atardecer del tercer domingo de Cuaresma. Los horarios se modificaron para adelantarse a la lluvia, pero eso solo lo sabían unos cuantos. La Corporación hizo su entrada en el Forn del Pla sin saber por donde andaba el obispo, el acto de las ‘tres Marías’ hubo de retrasarse hasta que apareció la autoridad eclesiástica. Y el concejal gritaba ¿Quién es el responsable?
El cielo encapotado y la amenaza de lluvia ha tenido consecuencias en la Romería e les Canyes, que hoy presentaba menos gente que otros años a primera hora de la mañana y en la salida de la procesión. Castelló, vacío y fantasmal a primera hora sobrevivía a una gran noche de fiestas, y se preparaba para continuar las celebraciones. Las reinas fueron muy aplaudidas por el público que acompañó a la Comitiva Oficial. Este año ha sido el vicario de Santa María, David Barrios quien ha portado la reliquia.