Desde el 2008 han cerrado el 61,27 % de sucursales de la provincia, lo que está ocasionando quejas entre los vecinos castellonenses. La provincia ha pasado de tener una ratio de 0,1 oficinas bancarias por kilómetro cuadrado a 0,04. Las personas mayores son las más afectadas por esta problemática y cada vez son más las protestas y campañas organizadas para reclamar una solución a los bancos y administraciones