Sólo se esclarecieron dos de cada diez y se trata de los que se tiene constancia tras haber denuncia, además de los que se producen que no aparecen en las estadísticas oficiales.
El detenido, que sustrajo dinero en efectivo, teléfonos móviles, un ordenador portátil y diversos enseres, aprovechaba el descuido para sustraer en el área de descanso.
Les pedían ayuda para una asociación de sordomudos y, en agradecimiento, les abrazaban y aprovechaban para quitarles prendas de oro y dinero en efectivo.