La alcaldesa de Castellón estalló esta tarde noche en una bronca monumental dirigida a la Corporación (aunque fijó la mirada en PP y CS), porque no se ‘sabían’ el reglamento municipal, y amenazó con echarlos del pleno. La primera edil actuó como profesora y puso deberes al final de la sesión. Todo ello, en un pleno que respaldó por unanimidad la inversión de 5 millones, y por mayoría la regulación de los himnos oficiales, pese a una agria discusión sobre ‘el uso de banderas y músicas institucionales.