La alcaldesa de Castellón estalló esta tarde noche en una bronca monumental dirigida a la Corporación (aunque fijó la mirada en PP y CS), porque no se ‘sabían’ el reglamento municipal, y amenazó con echarlos del pleno. La primera edil actuó como profesora y puso deberes al final de la sesión. Todo ello, en un pleno que respaldó por unanimidad la inversión de 5 millones, y por mayoría la regulación de los himnos oficiales, pese a una agria discusión sobre ‘el uso de banderas y músicas institucionales.
El Ayuntamiento de Castellón ha rechazado con los votos de PSOE, Compromís y Castelló en Moviment, la alegación presentada por la Federació d'Associacions Ciutadanes, Consumidors i Usuaris de Castelló contra las ordenanzas fiscales, que conforman los ingresos por tasas e impuestos. El Pleno extraordinario se ha convertido en un nuevo debate sobre la fiscalidad municipal. El bipartito no ha sabido explicar por qué se rechazaba la alegación, aunque ha reconocido, que muchos de los puntos que se perseguían con esta fiscalidad, son irrealizables por ley.