La organización desarticulada contaba con dos ramas: una dedicada al transporte de la droga en camiones de gran tonelaje y otra encargada de la distribución del estupefaciente. Además de los 840 kilos de hachís, los agentes se han incautado de cocaína, “cristal”, speed, anfetaminas, cafeína y medicamentos para la disfunción eréctil. Los arrestados disponían de servicio de “teledroga” a domicilio y también vendían desde viviendas del centro de Castellón, muy frecuentadas ya que los clientes no tenían que desplazarse a otros conflictivos puntos de venta en barrios de la periferia