Son cambios obligados debido a la gran diferencia que existen entre la Segunda División B y el fútbol profesional, donde los equipos tienen mayor potencial
Supondría menos ingresos en las arcas, más gastos por realizar más desplazamientos, así como más competencia para lograr la permanencia en la categoría
La campaña recién finalizara, en la división de planta, el equipo que más invirtió fue el Girona con 29,3 millones, por los 4,1 que gastó el Fuenlabrada