El sector cerámico es uno de los que mejor ha reaccionado a las nuevas condiciones que impuso desde marzo de 2020 la pandemia. La capacidad de adaptación y resiliencia han sido los pilares en los que se ha apoyado esta industria, como sostienen desde la patronal Ascer. Unos argumentos que confirma el “Estudio de los efectos de la pandemia de la COVID-19 sobre la industria valenciana” realizado por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) , que entre sus conclusiones recoge que el 90% de las empresas del clúster mantendrán o ampliarán su plantilla este año, al amparo de las buenas perspectivas de las ventas.