Los ataques al mobiliario de la ciudad, papeleras, contenedores, maceteros o señales de tráfico, se multiplican en fiestas o en vísperas de fin de semana.
Los adornos se colocaron antes del puente de diciembre y ya han sido objeto de destrozos y robos. Sucede por la noche y de madrugada, arrancan las plantas o se las llevan, y dejan los maceteros municipales a medio destrozar.
Las plantas que los comerciantes han pagado de su propios bolsillo para colaborar en estas tareas de embellecimiento no siguen la misma suerte porque estos las guardan detrás de la reja de protección de los escaparates cuando cierran.