Esta semana está siendo apasionante y quiero compartirlo con todos vosotros. Llegar al ayuntamiento con las ganas de cambio que mis vecinos reclamaron en las urnas es una responsabilidad y un reto que me apasiona. Y lo he emprendido dispuesta a pisar la calle. Con zapatillas.
Esta que os escribe hoy ya como alcaldesa tiene las cosas claras. Hay que trabajar con una única ideología que todos compartimos y que se llama Almassora. Quien desee incorporarse al equipo será bienvenido. Quien por contra apueste por marcar líneas rojas o apelar al lenguaje bélico y erigirse como la resistencia, tiene toda la libertad de hacerlo.
Nosotros hemos venido con ganas de tender puentes. Por ello será bienvenida la concordia y el consenso. El diálogo y la participación para crecer y hacernos grandes, porque eso es lo que nos ha pedido nuestro pueblo. Ser capaces de estrechar manos para ser más fuertes y resolver los problemas que les quitan el sueño a los vecinos.
Y ya estamos a ello. Primero con la limpieza, porque si en algo estamos de acuerdo es en la necesidad de pasar la escoba, limpiar contenedores, acondicionar nuestros parques y mejorar nuestros jardines. Disfrutar de la belleza de nuestras calles y rincones, porque somos un pueblo que merece exhibir todo lo bueno que tiene, que es mucho.
Con la seguridad, que es garantía de bienestar y convivencia. Hemos mantenido ya una primera reunión con la Junta de Mandos a fin de conocer necesidades y establecer prioridades. Quiero que esta plantilla de profesionales, que ha perdido agentes en estos últimos años, recupere músculo. Porque será sinónimo de una mejor atención y resolución de urgencias para nuestros vecinos. Una protección que no solo vamos a trabajar desde Almassora, también nos van a oír en Madrid. Porque la Guardia Civil depende directamente del Gobierno de España a quien deseamos pedir audiencia.
Una cobertura sanitaria óptima ajustada a una población que ha perdido salud en los últimos años y que vamos a trabajar para recuperarla. Porque se trata de la vida, lo primero y lo único que importa. Desde el ayuntamiento y desde el Consell, porque el 28 de mayo los ciudadanos nos pidieron un cambio que se debe traducir en hechos.
Una realidad que queremos que sea visible, palpable y real tanto en pueblo como en playa.
Ese litoral que este viernes disfrutaremos en la noche de San Juan y que queremos aprovechar los 365 días del año. No solo en verano, porque hay vida como nos demuestran los 3.105 vecinos que están empadronados en nuestro litoral. La regeneración, la pantalla acústica, su salud, sus servicios y sus necesidades son las nuestras.
El cambio ha empezado y todos sois bienvenidos.
