El Centro de Interpretación Naturhiscope (plaza de la Iglesia, 6) de Oropesa del Mar acogió este viernes 30 de agosto la inauguración de la exposición ‘Espacios compartidos’ de la pintora castellonense, pero con fuertes raíces en el municipio costero, Tere Colomé. Además de la representación municipal encarnada en la edila Silvia Valls, muchos fueron los amigos y seguidores que no quisieron perderse el nuevo proyecto individual de la creadora.
La presentación corrió a cargo de la periodista y crítica Patricia Mir que recalcó la madurez alcanzada por Tere Colomé en los últimos tiempos, especialmente a partir de 2007 cuando incorpora a sus lienzos una “mayor carga de libertad a partir de los cortes y el collage cada vez más atrevido”. La inauguración se completó con la lectura de un poema de Lawrence Walker que emocionó al público. La muestra permanecerá expuesta en el Museo Naturhiscope del casco antiguo de Oropesa hasta el próximo 30 de septiembre. El horario del centro es de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00 horas.
El espectador que se acerque a Naturhiscope hallará dos salas bien delimitadas. En la primera, Tere Colomé muestra una serie de cuadros de tinte más realista acompañados de unos trabajos recientes de pequeño formato inspirados directamente en dos poemas creados para la ocasión por dos poetas amigos de la artista (Lawrence Walker y Ernest Siurana). Tanto los versos como las pinceladas están dedicadas a la población de Oropesa y sus rincones más emblemáticos, desde la costas hasta las torres vigía o la iglesia parroquial.
La segunda sala alberga un grupo de las últimas obras de la artista castellonense. En ellas, se aprecia el manejo de la técnica mixta compuesta por cortes, telas sobrepuestas, hilos de fibra de vidrio, arenillas, etc. Los hilos de fibra de vidrio creando efectos de hilos caídos al capricho son uno de los últimos materiales que Tere Colomé ha sumado a su universo de collage donde la artista mantiene una experimentación continua y productiva. Texturas y fondos matéricos de colores más vivos y luminosos (amarillos, ocres, dorados…) que siempre se ven interrumpidos por el detalle figurativo como en la pieza ‘Caracola’.
