CVCV asegura que garantizan la seguridad alimentaria y comparte la preocupación mostrada por la Federación de Caza dada la posibilidad de triquinelosis
Castellón Información
El Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) -el organismo que integra a los veterinarios de la Comunitat- está dispuesto a buscar, de la mano de la Generalitat y de la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana, fórmulas para resolver el problema planteado por la superpoblación de jabalíes. Pero, una vez abatidos, la entrada de esta carne a la cadena alimentaria debe hacerse con todas las garantías. De ahí que el CVCV exija el cumplimiento de la normativa y defienda que los test de triquina se realicen como es prescriptivo, por el método de digestión, porque es el único que garantiza la ausencia de este parásito en el intestino o los músculos del animal. “Como profesión sanitaria que vela por la salud pública, y sujetos como estamos a una ética profesional, no podemos dejar de lado estas premisas”, advierte la presidenta del CVCV, Inmaculada Ibor. Con estos argumentos, los colegios de veterinarios responden a la mencionada federación que, por carta y públicamente, ha exigido soluciones ante “la falta de centros homologados” para realizar los test y la “amenaza para la salud pública” que supone tal cosa ante la superpoblación de estos animales y el inminente inicio de la temporada de caza, en septiembre.
“Compartimos la preocupación de los cazadores. En marzo firmamos un convenio con la federación, de hecho, para garantizar una correcta formación a los cazadores y a los propios veterinarios y estamos dispuestos a buscar soluciones de la mano de la Administración como reclaman pero esta situación no es achacable ni a estos profesionales ni a sus colegios. Doy por sentado que los cazadores no quieren que las soluciones que se planteen se hagan a costa de jugar con la salud de los consumidores de ésa carne”, advierte a este respecto la presidenta del CVCV, Inmaculada Ibor. Convendría recordar a este respecto que, en mayo, se confirmó en Ciudad Real el mayor brote de triquinosis en siete años, tras sacrificar de forma casera y sin control veterinario a un cerdo. Con todo, el CVCV es consciente de la necesidad de actuar para controlar la población de jabalíes dada la amenaza que supone su dispersión para frenar la Peste Porcina Africana –ya presente en la frontera franco-belga-, dada la alta prevalencia de la tuberculosis en nuestra región (estos animales actúan como reservorio de esta zoonosis) y dado el creciente número de accidentes de tráfico que están provocando estos animales así como de daños a las explotaciones agrícolas.
Los colegios de veterinarios valencianos, lejos de permanecer pasivos ante esta situación, han venido trabajando para tratar de solucionarla. Además del citado convenio, se han mantenido contactos con el CECAV (Centro Calidad Avícola de la CV) para facilitar a los veterinarios los conocimientos necesarios para realizar las pruebas de triquina por el método que obliga la normativa desde 2015, el de digestión. Esta es la prueba que la normativa exige desde que en 2014 se confirmó en Cataluña un caso de una de las tres especies de triquina –la T. pseudospiralis- que no encapsula y que no es capaz de detectar el triquinoscopio, lo que obligó a cambiar los análisis y a realizarlos por el método de diges-tión, que requiere de unos equipos más caros y de especiales conocimientos, amén de una certificación del CEVAV.
El CVCV recuerda, además, que fue el pasado 12 de julio cuando la Conselleria de Sanitat Universal reguló las condiciones en las que se habilitarán veterinarios para el control sanitario de pequeñas cantidades de carne de caza sil-vestre (Orden 3/2019). Era ésta la cobertura legal necesaria para que los colegios pudieran organizar los cursos de formación para el control sanitario, entre otras, de la carne de jabalí.
Alternativas
El organismo que representa a los veterinarios valencianos propone dos alternativas no excluyentes para encontrar soluciones a la situación planteada. De un lado, se apela a la alternativa descrita en el propio Decreto 201/2017 del Consell, por el que se regula la venta de proximidad de productos primarios y agroalimentarios, que ahora ha sido desarrollada con la citada orden. En este texto, efectivamente, se plantea “crear espacios o locales a nivel de mancomunidades o co-marcas” donde se puedan llevar los animales abatidos para centralizar las tomas de muestras y el control de los animales destinados a ser consumidos en estos canales cortos de comercialización. Del otro, el CVCV plantea que, de forma com-plementaria, se pueda favorecer que los centros veterinarios puedan realizar también la prueba creando una red de centros que abarque toda la Comunidad Valenciana.