Planificar tus finanzas, encontrar tu lugar o elegir tu medio de transporte son algunos tips que te ayudarán a la hora de independizarte
Es normal que quieras tener más espacio que tu habitación. Esto se da como una necesidad que surge con fuerza en la adolescencia y se reafirma con eventos que se experimentan con más intensidad desde esa etapa hasta alcanzar la adultez plena. Algunos ejemplos son cuando tienes la oportunidad de generar tu propio dinero, comienzas a tener más libertad a causa de la mayoría de edad y se reafirma si has vivido experiencias importantes con otras personas durante el periodo universitario.
Bien, ya tienes la meta y sabes por qué. Lo has pensado y lo has decidido. ¿Qué viene ahora?
Planifica tus finanzas
Una ventaja definitiva de independizarte a partir de los 20 años, es que has podido trabajar sin permiso de tus padres desde los 18. E incluso si tus padres te han apoyado para que empieces a generar tu propio dinero, a partir de los 16 es legal iniciar.
Sabemos que durante la adolescencia es muy difícil ver a futuro con respecto a tus finanzas (y todo en general, si somos honestos), pero esto no significa que sea algo imposible. Es perfecta esta etapa para ahorrar casi todo tu salario porque no tienes gastos obligatorios. Un periodo de 2 a 4 años deberá ser suficiente para que tengas un fondo para pensar en tu independencia.
Bien, tienes ahorro. Ahora a pensar en tus siguientes movimientos financieros. Necesitas hacer un presupuesto mensual de todos los gastos que tendrás, considerando el alquiler, los servicios, ocio, alimentación, transporte, etc. Ten un margen de 3 a 6 meses para vivir por tu cuenta.
Encuentra el lugar que te convenga
Si ya estudiaste tu economía personal y has decidido que quieres continuar con tu independencia, lo siguiente es que localices un sitio conveniente para tu perfil. Ten en cuenta algo clave: no es solo el lugar de tus sueños, es el sitio que te puedas costear y que quede cerca de los espacios que frecuentas.
Entendemos que es muy seductor irte a vivir con las condiciones que quieres, sea en soledad o en compañía. Pero tienes que entender que ahora serás responsable de todos tus gastos, por lo que será indispensable que balancees entre una vivienda digna y que satisfaga tus requerimientos, y algo que puedas costear sin demasiado esfuerzo.
Considera que verás muchas opciones que puede que tengan electrodomésticos y muebles, como puede que te encuentres con pisos vacíos que deberás amueblar. También visualiza que cuando te mudes te tendrás que llevar todo lo que hayas adquirido, incluyendo armarios (que son bien incómodos de trasladar).
Es prácticamente seguro que tu primer lugar de residencia como una persona independiente no sea el último, por lo que esta elección la deberás tomar teniendo en cuenta este escenario.
Las compras del hogar: el primer golpe fuerte a tu bolsillo
Como te acabamos de mencionar, la adquisición de muebles y electrodomésticos es algo a lo que posiblemente deberás enfrentarte. La estrategia más inteligente con diferencia es que compres estas cosas de segunda mano, pero en buen estado.
En este mundo excesivamente consumista, las personas están acostumbradas a deshacerse de bienes en perfectas condiciones. Esta es la oportunidad que debes aprovechar.
¿Cuáles son los indispensables? Serán el refrigerador (que no tiene que ser muy grande, si eres tú sola/o), una estantería para la vajilla, cubiertos y las ollas y otra para los consumibles no refrigerados, un escritorio, un armario pequeño y una cama con su respectivo colchón (al ser un objeto tan íntimo, te recomendamos que lo compres nuevo).
¿Cómo me transporto? No quiero ir en bus
El transporte público puede ser incómodo en las horas de mayor tránsito. Puedes optar para ahorrar tiempo y energía por transporte propio. Hay opciones como patinetes y bicis eléctricos. Pero también hay algo mucho más interesante: la compra de un coche de segunda mano.
Puedes encontrar un coche en buenas condiciones por bajo costo. Si bien es una gran responsabilidad económica, también tiene ventajas más que evidentes: mayor seguridad al conducir, puedes ir más lejos, tendrás más autonomía, puedes transportar más cosas, ir con amistades, etc.
Si te llama la atención, puedes financiar un coche de segunda mano, con un préstamo de ocasión. Por supuesto, no olvides que debe tener el seguro y el mantenimiento al día. Tener un coche será indispensable si estudias o trabajas con componentes que ocupen demasiado espacio y sean aparatosos de transportar, como maquetas, material de arte, etc.
Después de las compras, ¿qué sigue?
Bueno, la mudanza a este punto la puedes completar. Lo que sigue es que aprendas a vivir por tu cuenta. Esto implica que organices cada día, cada semana y cada mes. Aunque suene agotador y exagerado, la disciplina será tu mejor aliada para vivir con energía y plenitud.
Deberás coordinar los horarios de estudio, trabajo, quehaceres y el ocio. Arma un plan general que puedas seguir con facilidad, sin presiones. Por ejemplo, puedes tener dos tardes a la semana para hacer los quehaceres, una para cocinar las proteínas de la semana (que vas a congelar para preparar rápido) y otra para limpiar. Una vez al mes puedes hacer una limpieza profunda en la que incluyas la ducha. Recuerda que hay cosas que debes limpiar a diario, como el inodoro, los trastes y la cocina, y hacer la cama.
