Almassora tiene en el campo una fuente de vida. Somos herederos de grandes profesionales que han labrado a golpe de azada la tierra fértil, que han cultivado con ilusión una pequeña parcela de tierra con el reto de prosperar. Es el germen de una base económica que hoy sigue siendo nómina para cientos de familias de nuestra localidad y a la que deseamos todo el futuro.
Este pilar económico, llamado citricultura, que tantas crisis ha atravesado y que ha sabido superarlas con esfuerzo titánico, se enfrenta a una situación absolutamente dramática provocada por unos costes energéticos que de nuevo asfixian al sector.
Nosotros somos de tender la mano frente a quienes aprietan la soga. Porque nuestra agricultura no solo tiene futuro, sino que merece todas las oportunidades que políticas inteligentes y sólidas aseguren a héroes que luchan frente a viento y marea.
La doble tarificación eléctrica es una solución sensata y viable. Y lo hemos defendido en el Ayuntamiento de Almassora, con una propuesta que ejerce de altavoz de nuestros agricultores. Solo hace falta aprobarla por parte de quienes hoy están más ocupados en maquillar las encuestas del CIS que en trabajar por España.
Esa tierra fértil que nos reconoce como agricultores es la que ha hecho posible que Almassora sea base cerámica como sede estratégica. El privilegio de contar con grandes empresas que, como el campo, emplean a cientos de familias.
El azulejo es sinónimo de vida y también de futuro. Y hoy se enfrenta a una situación límite por costes sobrevenidos. O se aplica un precio especial para el gas y se habilitan un conjunto de ayudas para repartir los gastos entre empresas y Gobierno, o el riesgo puede acabar dinamitando el clúster.
Así lo ha entendido nuestro presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, que el pasado viernes se reunió en Castellón con la patronal para escuchar al sector y buscar soluciones conjuntas. Medidas urgentes, como yo misma le transmití a mi presidente, para este modelo de éxito que no debe ni puede apagarse.
La Mesa Nacional de la Cerámica que Feijóo se ha comprometido a crear es una muestra más de soluciones reales a problemas reales. El proyecto común con el que estamos implicados y que estamos preparados para gestionar en defensa de Almassora.