Los peregrinos retornan de la Magdalena, con carros engalanados o a pie y se dan cita las dos manifestaciones laica y religiosa de las fiestas
La Tornà de la romería de les Canyes es, sin duda una de las estampas más variopintas que convierte en única el día grande de las fiestas de Castellón. Los romeros vuelven de la ermita. Unos en carros engalanados, otros a pie; y con ellos las autoridades municipales. Pero la Romería también representa la reconquista cristiana y la procesión religiosa. Todo confluye en el llano: la procesión laica, ‘Las tres Marías y San Juan’, la comitiva laica y las cofradías con las ‘tres caigudes’ de la Magdalena.
Atardece en el tercer domingo de Cuaresma de Castellón. Hace frío y el viento racheado hace que la sensación térmica sea mucho más baja.
El anochecer del tercer domingo de Cuaresma Castellón produce una estampa única en la que se suman todas las tradiciones relacionadas con la fundación de la ciudad en 1252. Todas ellas se dan la mano.
Los romeros que han ido a pasar el día a la Ermita de la Magdalena retornan a la ciudad. Son la parte de la procesión cívica que han mantenido durante siglos la rogativa por las pestes, por el bienestar y por el respeto a sus orígenes antes de fundar la ciudad en el llano.
Entran los carros engalanados
Los carros engalanados, 96 este año, son los primeros en penetrar en la ciudad ocupados por familias, amigos, jóvenes y mayores. Recorren Sant Roc y hacen sonar las sirenas de sus vehículos
En la calle, parte de la corporación, ya vestida de gala, espera a la procesión laica para encabezar esta tradición popular.
De forma similar a como debieron hacerlo sus antepasados, vuelven con cayados para apoyarse, con faroles de luz para iluminar el camino, y algunos con un rollo de pan para saciar el hambre. Los padres de familia también llevaban sujetos a sus niños con cunas cintas… para que no se perdieran.
Con ellos entran también las escolanías, el portador de la reliquia y los religiosos, con el obispo de la diócesis.
Después los festeros, las damas de la ciudad y su reina.
Esta es la manifestación del pueblo, es la procesión laica que la corporación preside. Delante, los policías locales con su uniforme de gala. Luego los maceros municipales. Y después los concejales en formación. La última de ellos es la máxima representante de la ciudad, la alcaldesa de la ciudad.
Procesión religiosa y procesión laica
A mitad de la calle Sant Roc se acerca uno de los cofrades de la Santísima Cofradía de la Sangre y pide a la alcaldesa que, por favor lo acompañe, ella y la, reina de las fiestas de Castellón, Lourdes Climent.
Porque la Romería de les Canyes es, también una manifestación religiosa que nació como una peregrinación medieval. Y como tal, también celebra sus ritos.
Las tres Marías y San Juan
En el ‘llano’, el Forn del Pla, esperan las cofradías de Castellón, abanderadas por el Cristo de la Sangre, los miembros del Colegio Apostólico, y cuatro niños de corta edad. Son ‘Las tres Marías’ y San Juan.
Cuando alcaldesa, reina de las fiestas y el obispo llegan al sitio donde están los pequeños, las tres Marías y San Juan realizan las genuflexiones ante el cristo de la Sangre. Después son bendecidos por el obispo.
Continúa la procesión cívica
Concluye la representación, las autoridades civiles retornan a la procesión laica, que se ha mantenido parada en la calle Sanahuja a la espera de su reina y su alcaldesa.
Es entonces cuando la procesión laica, ya con sus autoridades, prosigue su marcha, primero hasta la Sangre, luego por las calles de la ciudad para completar su recorrido en Santa María.
Procesión religiosa con les tres caigudes
Tras ellos se pone en marcha la procesión religiosa, con sus cofradías y sus tambores. Cuatro carrozas los acompañan, son las estampas de ‘Les tres caigudes’ de la Magdalena, y su arrepentimiento.
Tras ellos, la Cofradía de la Sangre, el Colegio Apostólico, las tres Marías y San Juan y el capítulo de la Cofradía con el Cristo.
También ellos seguirán la misma ruta que la comitiva religiosa. Harán parada e la cofradía de la Sangres para luego, continuar hasta la concatedral de Santa María.
