13 nuevos ‘cavallers’ juraron los fueros valencianos y suman el esfuerzo de su espada a la Germandat
Tradición, historia y ritual han sido los componentes mágicos de un evento que precede a la celebración del 9 de octubre, día de la Comunitat Valenciana. Los 13 nuevos ‘cavallers’ avalados por sus padrinos, han jurado los fueros de la Comunitat y los estatutos de la orden a la que pertenecen a partir de hoy, la Germandat dels Cavaller de la Conquesta, en la Ermita de la Magdalena de Castellón.
Regina Ballester/ EM/ Castellón Información
Tarde noche de magia que comenzaba con la puesta de sol en la capital de la Plana.
Como cada año, en la víspera del 9 de octubre, día de la Comunitat Valenciana, la Germandat de Cavallers de la Conquesta conjuraba la memoria y celebraba uno de esos actos que ponen la piel de gallina y saborean las tradiciones.
Era la noche de la Vela de Armas de los nuevos caballeros que, desde hoy, forman parte de un ente dedicado a mantener la memoria del rey que supo conquistar una tierra y dio los permisos para que se fundara la ciudad de Castelló, Jaume I.
No comenzaba bien la jornada, que amanecía con la noticia de la entrada de ladrones en la Ermita de Sant Frances de la Font, la sede de la Germandat. Pero ni ese detalle pudo ensombrecer la vistosidad de un evento que supo recrear un momento y un sentimiento de ciudad, inicio de los tiempos y del momento en el que la capital de la Plana comenzó a figurar en el mapa de la provincia.
Se ocultaba el sol cuando comenzaba la concentración en las proximidades de Sant Francés de la Font, junto a la vía del tren de la Pedrera y el Peiró.
La magia hacía su efecto, los caballeros medievales se congregaban en torno a un símbolo sagrado. Con ellos, sus padrinos, quienes los avalaban en este acto tan solemne, y en la Ermita, los miembros del Capítulo de la Germandat, que ya esperaban a cumplimentar los rituales de una tarde noche tan especial como pudo serlo hace ya siete siglos y medio atrás.
Tal como cuentan los relatos, los caballeros eran gente elegida que ponían al servicio del pueblo la destreza de su brazo y la fuerza de su espada. Pero además de probar su destreza con la estrategia y el dominio de las armas, los caballeros debían encomendar su alma a Dios, a la providencia divina para que guiara sus actos con la máxima justicia. Y lo hacían la noche antes de ser nombrados caballeros, con la vela de armas, para armonizar su espíritu con los designios divinos a los que iban a dedicar su vida.
Ese era, al menos, el espíritu de la leyenda que se cumplimentaba una vez más en la noche de ‘Vetla d’Armes’ de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta, que honra la memoria del Rey Jaume I.
Un ejército, el de Jaume I, que recuperó para la cristiandad las tierras de levante, En una batalla que duraría más de 15 años, y que acabaría con la entrada de Jaume I en la capital del reino de Valencia un 9 de octubre de 1238.
Como parte de aquella campaña, el ‘conqueridor’ otorgaría en septiembre de 1251 el privilegio que permitía a los habitantes que poblaban las cercanías del cerro de la Magdalena, la ocupación de las tierras fértiles del llano, y la creación de la ciudad de Castelló.
Hoy, Castelló, ciudad multicultural, mantiene las señas de identidad de cada una de las culturas que lo integran. Ciudad de labradores, de comerciantes, de industriales de servicios. Ciudad en la que conviven tantas procedencias diferentes, ha rendido homenaje a las gestas de Jaume I a través de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta.
La Ermita de Sant Francés de la Font, en la falta de la montaña, del cerro de la Magdalena, junto al Molí de la Font, recreaba de nuevo aquella leyenda.
Los trece nuevos caballeros fueron recibidos en el ermitorio, donde se encerraron con el Prohom de la Germandat para velar sus armas y encomendarse a los designios que había de ellos miembros de Els Cavallers de la Conquesta.
En silencio, alumbrados por antorchas y con el único sonido de la campana que llamaba a la oración.
Lo que se dijera puertas adentro quedó entre los muros de la Ermita.
Posteriormente, ya en noche cerrada, Sant Frances abrió sus puertas, El Capítulo de la Germandat, los padrinos y los aspirantes se unían a la comitiva en una cena de hermandad.
Y terminada la cena medieval, la comitiva comenzó su ascensión por los caminos de huerta y de montaña hasta el colegio Mater Dei, donde rezaron la salve a la patrona de Castellón. Concluidos los rezos, reiniciaron la peregrinación hasta el Ermitorio de la Magdalena.
En el ermitorio de la Magdalena, de la capital de la Plana, la comitiva fue recibida por la reina Na Violant D’ Hongría, el Prohom de la Germandat y el rey de Armas. El público llenaba el recinto cuando avanzaron Na Violant D’Hongría con sus dones de Companya.
Alli formaban también los Bombos y Tambores de la Germandat ‘Desperta Ferro’, la Milicia Templaria y la escuadra de els Cavallers.
El momento más emotivo fue cuando, uno a uno, los aspirantes juraron los fueros valencianos y los estatutos de la Germandat, para ser, posteriormente investidos, con la ayuda de sus padrinos, con la capa, el cinturón y la espada de ‘cavaller’.
Cada uno de ellos adoptó también el nombre de uno de los personajes históricos que acompañaron al Rey Jaume I.
Los nuevos Cavallers de la Conquesta
Los nuevos cavallers de esta noche son: Francisco Carbonell, En Poncio Carbonell, apadrinado por Carlos Martí; Carlos Jaime Llorens, En Artall de Luna, apadrinado por Vicente Montolio; Omar Braina, En Jaime de Moncayo, apadrinado por Rafa Simó; Antonio Reolid Royo, En Palafox, apadrinado por Matías Ibáñez; Antonio Reolid Ibáñez, En Palafox, apadrinado por Cristóbal García; Aarón Martín, En Guillem Ripoll, apadrinado por Santiago Calaforra; Javier Gimeno, En Guillem Albanell, apadrinado por Enrique Palazón; Higinio Mateu, En Pere del Bosc, apadrinado por Javier Sánchez; Santiago Usó, En Ximénez Durrea, apadrinado por Pere Bastida; Francisco Zaragoza, En Jaume Dorils, apadrinado por Alfonso Felip; José Ramón Vicent, En Vicent Sant Vicent, apadrinado por Eugenio Diaz; David Vargas, En Pere Marrades, apadrinado por Ruben Llansola; y Alejandro Luis Domenech, En Alfons Mexia, apadrinado por Luis Domínguez.
Fotografías: Germandat dels Cavallers Vetla d'Armes 2018. Vetla D'Armes 2019. RB