Estrategia del PSOE: personajes emblemáticos para tumbar al PP en el Ayuntamiento: Delegación del Gobierno y candidato municipal
Desde que el PSOE perdió el Ayuntamiento de Castellón, en las elecciones de 1991, la estrategia para recuperar la alcaldía ha pasado por impulsar personajes emblemáticos de la ciudad. Ninguno era de Castelló. Pasaban por la delegación del Gobierno y luego eran los candidatos electorales a las municipales: Ignacio Subías y Juan María Calles… segundo tránsfuga.
Esperanza Molina / Castellón Información
Tal como ha avanzado Castellón Información, el Ayuntamiento de Castellón también ha tenido sus tránsfugas en esta etapa democrática iniciada en 1979.
El primero fue Francisco Caparrós, del PSOE, entre 1990 y 1991. Pero la historia se volvió a repetir en 2014.
¿Qué ocurrió entre 1991 y 2014?
La legislatura de 1991-1995 en la que el PP ganaba la alcaldía por poco más de 30 votos y un solo concejal de diferencia fue completamente bipartidista. Solo estaban representados PP (14 concejales) con José Luís Gimeno como alcalde; y PSOE (13 concejales) con Daniel Gozalbo, como líder de la oposición. ¡Pero ojo!, El PSOE mantenía el gobierno de España y el de la Generalitat Valenciana.
Una vez que el PP consiguió la alcaldía, no hubo forma de parar el éxito de la agrupación, con José Luís Gimeno al frente del PP.
Elecciones municipales 1995. Legislatura 1995-1999. El PP gana por mayoría absoluta (16 concejales); alcalde, José Luís Gimeno. PSOE (8 concejales), portavoz: Juan Callao. Esquerra Unida- Esquerra Valenciana (2 concejales), portavoz, Joan Ramon Julbe. Unitat del Poble Valencià (1 concejal), Toni Porcar.
En las autonómicas, el Partido Popular ganaba la Generalitat Valenciana con Eduardo Zaplana como presidente del Consell. Y en 1996 era investido presidente de España el popular José María Aznar, al que se había publicitado ya como portavoz de la oposición en Castellón.
Elecciones municipales 1999. Legislatura 1999-2003: Mayoría absoluta para PP (16 concejales); alcalde, José Luís Gimeno. PSOE (9 concejales), portavoz Ignacio Subías. Bloc Nacionalista Valencià (1): Toni Porcar.
Elecciones municipales 2003. Legislatura 2003-2007: Mayoría absoluta para PP (15 concejales); alcalde, José Luís Gimeno. PSOE (10 concejales) portavoz Ignacio Subías. Bloc Nacionalista Valencià (2 concejales), portavoz Toni Porcar.
En 2004 el PP pierde las elecciones generales. Gobierno de España Socialista. Presidente del Gobierno: José Luís Rodríguez Zapatero.
Juan María Calles: profesor, ensayista, poeta… y político
El cambio de Gobierno en España se vivió como el renacer de nuevos tiempos a un Partido Socialista que no acababa de encontrar el norte. En Castellón, el PSPV-PSOE soñaba ya con recuperar antiguas glorias. Los socialistas buscaban personajes emblemáticos en la ciudad que pudieran retomar aquella influencia perdida.
Ese fue el enfoque cuando se designó a Juan María Calles como delegado del Gobierno en Castellón.
Los inventos reinventados...
En política, como en lo demás, todo está inventado. El PSOE repetía estrategias. Lo había intentado cuando los populares llegaron al poder en el ayuntamiento y el PSOE todavía gobernaba en España. Para ello, eligieron una figura mediática, la del doctor Subías, neumólogo y natural de Torrelavega (Cantabria) al que nombraron delegado del Gobierno en Castellón. Con Aznar, ya al frente de la nación, Juan Ignacio Subías pasaba a ser el candidato perfecto para las elecciones municipales de 1999, y se mantuvo como candidato en las elecciones municipales de 2003.
Como delegado del Gobierno, Ignacio Subías recibió todos los apoyos, era carismático y durante su presencia en María Agustina tuvo que lidiar con temas tan contundente como el asesino en serie, Joaquín Ferrándiz.
Como portavoz de la oposición, sus resultados más bien fueron nefastos y acabaron con muchos de ‘los pactos de ciudad’, como el que aglutinó a la ciudad en las obras de la vía y la llegada de El Corte Inglés a Castello.
Ignacio Subías. Nunca acabó por ‘cogerle el tranquillo' a su papel de portavoz de la oposición en el Ayuntamiento. De hecho, fue su lugarteniente, Miguel Alcalde, el que canalizó la mayor parte de la atención pública con una política tan agresiva como acerada, que no dejaba títere con cabeza.
La política de Subías y Alcalde en el ayuntamiento, consiguió dar al traste con las intenciones del PP de Carlos Fabra, y que se mantuviera a José Luís Gimeno como candidato en las elecciones municipales de 2005 cuando ya se había ‘rumiado’ su sustitución por las discrepancias internas dentro del PP. Una querella mal presentada, mal defendida y peor argumentada (sustentada por el despacho particular de Juan Callao) contra Gimeno, sus concejales, los funcionarios y hasta contra el personal de la Caja Rural, aunó a los populares en torno a su primer edil que volvió a barrer con mayoría absoluta.
Pero Gimeno cayó. Lo orquestó el PP desde Valencia, solo que tuvieron que esperar a que pasara parte de la legislatura. Su partido lo obligó a dimitir a principios de enero de 2005 para darle alas a Alberto Fabra, que venía a ser la apuesta de renovación del partido y que tomó posesión de la alcaldía poco después.
En 2004, recuperado el Gobierno central, el camino volvía a ser el mismo; de esta forma, se optó por otro personaje carismático: Juan María Calles, profesor, poeta, ensayista, relacionado con los vecinos del centro de Castelló y de reconocido prestigio en el ámbito cultural de la ciudad.
Calles fue designado subdelegado del Gobierno de Castelló en 2004.
Superada la época de Subías como portavoz, fuera José Luís Gimeno de la política activa en el ayuntamiento y con Alberto Fabra al frente de la alcaldía, en las elecciones municipales del 2007 (Legislatura 2007-2011), el PSOE apostaba de nuevo y optaba por Juan María Calles para arrebatar la alcaldía al PP. Pero Alberto Fabra renovaba la mayoría absoluta para el Partido Popular (14 concejales) y era investido alcalde. PSOE (12 concejales). Bloc Nacionalista Valencià (1 concejal), Enric Nomdedéu.
Y si, una vez más, el perfil de Calles había sido fundamental como delegado del Gobierno, no lo fue tanto en el Ayuntamiento de la capital de la Plana. Para empezar, el sueldo, como portavoz de la oposición era mucho más reducido del que dejaba como funcionario de más alto rango en la plaza Mª Agustina. Sin dedicación exclusiva, como portavoz de la oposición, Calles estaba obligado a volver a su puesto de profesor y la suma de ambas retribuciones claramente no le compensaban. Su partido le habilitó un trabajo mejor remunerado en la administración pública para que pudiera ejercer la oposición con dignidad.
El socialista Toni Lorenzo, hasta entonces primer funcionario de Mª Agustina, ascendía a la subdelegación del Gobierno.
Pero en el ayuntamiento, Calles fue un espejismo de si mismo. La persona carismática que había sido se diluía en una función municipal en la que el PSOE mantenía la línea del no por el no frente a toda política del gobierno popular, que tampoco dio recorrido a la oposición.
Paralelamente, las discrepancias internas del PSOE pasaban factura. La crisis económica nacional comenzaba a asomar las orejas. La Generalitat Valenciana estaba endeudada por completo y la situación comenzó a dejar miseria en un Castellón donde nunca se había conocido el paro.
Uno de los proyectos de Calles había sido la creación de un tranvía que solucionara el eterno problema de la comunicación este oeste de Castelló. Tampoco era nuevo. Desde que Gozalbo fue alcalde ya se barajaba la idea de un vial reservado para enlazar la ciudad. El PP tenía una política similar, pero apostó por otro modelo, el Tram, un tranvía mixto, eléctrico y guiado, para conseguir los mismos fines.
Con arreglo a esta iniciativa se planteó la construcción de una plataforma por el andén central de coches del Paseo Ribalta. El proyecto generó, inmediatamente, la oposición de ‘los amigos del Ribalta’, cuyas manifestaciones lideraba Ali Brancal; y del PSOE de Calles, que lo llevó a los tribunales.
Fue también en el 2008 cuando el TSJ anulaba el Plan General del 2000 de Castelló.
En la capital de la Plana, la situación, lejos de mejorar, empeoró a pasos agigantados. En lo nacional, hablar de crisis significaba ser antipatriota, pero las consecuencias eran tan evidentes que España cambió de Gobierno buscando soluciones con Mariano Rajoy.
Dos gallos en un mismo corral: Juanma Calles y amparo Marco
Con todo, el PSPV-PSOE, con fuertes discrepancias internas, reelegía a Juan María Calles para presentarlo de nuevo como candidato a la alcaldía de Castelló para los comicios de 2011. Una candidatura tan dividida como inoperante, en la que también figuraba otra primera espada como número 2, Amparo Marco.
¿Cómo se entendían dos gallos en un mismo corral? Pues eso, no funcionó. ¿Como sería la cosa, que ni Calles ni Marco llegaron a hacer juntos campaña electoral? Es más, mientras Juan María Calles prometía lo que no podía cumplir, como subido a una nube, su principal enemigo no era el PP al que el PSOE pretendía derrotar, sino Amparo Marco y, prácticamente, la mayor parte de sus compañeros de candidatura.
La estrella de Calles se apagaba a marchas forzadas. El resultado de cuanto ocurría, de la falta de confianza que desprendía el Partido socialista en la ciudad también se visibilizó en los resultados electorales de 2011.
Elecciones municipales 2011. Legislatura 2011-2015. Ganaba de nuevo el Partido Popular (15 concejales) con mayoría absoluta. Alberto Fabra era investido alcalde. El PSOE (con sus guerras internas que levantaban ampollas en público) apenas obtenía 8 concejales. El Bloc conseguía 2, con Enric Nomdedéu como portavoz y Ali Brancal, de portavoz adjunta. Y entraba Carmen Carreras de Esquerra Unida del País Valencià.
Y fue entonces cuando Calles perdió por completo todos los apoyos y Amparo Marco se alzó como portavoz de su grupo, aunque no había liderado la candidatura, con el apoyo de la ejecutiva local y provincial, y respaldada por el GMS.
En julio de 2011, con el inicio del juicio del ‘caso de los trajes’ contra Francisco Camps, que también había conseguido mayoría absoluta en la Generalitat, el Partido Popular en Madrid designaba a Alberto Fabra como presidente de la Generalitat. Fabra renunciaba a su puesto de alcalde en Castelló y elevaba como sucesor a Alfonso Bataller.
Y la legislatura se convirtió en una pesadilla, tanto para Juan María Calles (PSPV-PSOE), como para Alfonso Bataller (PP).
Rey sin corona, sin trono y sin compañeros
Calles se encontró como rey sin corona ni trono ni súbditos, completamente aislado por sus compañeros. El objetivo de estos, con Amparo Marco a la cabeza, era obligarlo a que renunciara a su acta de concejal. Si la presión interna no era suficiente, también surgieron otros conflictos en torno a Calles, como sus problemas familiares.
No cabe llamarse a engaños. Los políticos no son santos ni son divinos. Y como todo hijo de vecino tienen su vida privada, mejor o peor hilvanada por ellos mismos. Y la izquierda no es tan diferente a la derecha. Un político que conserva un núcleo familiar unido puede ‘utilizarse’ como un referente para sumar votos. Un político que cambia de pareja o que modifica su historia personal más íntima… muestra inestabilidad, no vale como modelo electoral. Aunque sea la historia más antigua del mundo.
Trama Gürtel y transparencia municipal: código de buen gobierno
En el ayuntamiento, la socialista Marco era implacable. La trama Gürtel se cebaba con el Partido Popular en todos los ámbitos geográficos. El alcalde popular era imputado formalmente en una de las investigaciones, por su gestión en el departamento autonómico de Sanidad años antes. Con todos estos entresijos, el Bloc de Nomdedéu y Brancal presumía de transparencia y honestidad y proclamaba que un político bajo sospecha ensombrecía a la totalidad de la Corporación. Debía dimitir.
Esto es lo que persiguieron tanto el Bloc como PSOE y Esquerra Unida, que forzaron un código ético tan extremo, que ni ellos mismos fueron capaces de cumplirlo en la legislatura siguiente.
El 19 de marzo, un control policial de alcoholemia, detenía a Calles después de comprobar que triplicaba la tasa mínima permitida. Calles colaboró con la policía, e incluso, se proclamó culpable delante del juez y pidió disculpas sobre su comportamiento. Pero todo llegaba tarde. Su partido lo tenía marcado con una cruz desde que perdiera las elecciones y representación en el ayuntamiento.
Juan María Calles deja el PSOE y abandona el grupo municipal
Juan María Calles se encontró en el vacío más absoluto y, finalmente, abandonó el partido y el Grupo Municipal Socialista en abril de 2014. Era el segundo concejal tránsfuga de la historia del ayuntamiento de Castelló desde 1979.
Denuncia de acoso y persecución
En rueda de prensa, Calles anunció que dejaba el PSPV-PSOE y el Grupo Municipal, se constituía como concejal ‘independiente’. “La operación de acoso y defenestración de mi persona, estaba urdida, incluso antes de la campaña electoral, que estaba premeditadamente boicoteada”, indicaba Calles en rueda de prensa, Y añadía que, el momento más tenso fue la noche electoral, cuando perdieron las elecciones y a Mario Edo y a él se les responsabilizó de todos los males del partido. Recordaba que, en Valencia, el Psoe obtuvo los peores resultados de su historia y en Alicante también. Dentro de eso, Castellón no salió tan mal parada. “No hubo petición de responsabilidades en Valencia, no las hubo, en principio en Alicante”, pero si se le pidieron a él y a Mario Edo, a los que llegaron a reclamarles que renunciasen a su acta de concejal. “¿A esto deberíamos llamarle quizá ética selectiva?”
Fue calificado como “el concejal más caro de la historia”. Una historia que pocos habían querido recordar y que ya tenía un precedente, o similar, con Caparrós. Pero Calles no dejó su acta de concejal.
Juan María Calles solo recibió el apoyo del alcalde Bataller, al que agradeció su respaldo, y del Grupo Popular.
Enric Nomdedéu (Compromís): "los tránsfugas no deben tener derechos”.
El pleno del 17 de abril de 1914 abordó la nueva situación del ‘concejal tránsfuga del PSOE’. Se recordó entonces las medidas contra el transfuguismo que había aprobado con anterioridad la Corporación, Calles incluido. El Bloc presentó una declaración institucional contra los tránsfugas, que no pudo aprobarse en peno por falta de unanimidad. Calles no la respaldaba.
Compromís, indicó tras el pleno Enric Nomdedeu a Castellón Información, entendía que: “los tránsfugas no deben tener derechos”. Que son un fraude a la Constitución, y que cualquier ventaja que se le pudiera otorgar además de ser inconstitucional,