Las ganas de festejar se han notado, y mucho, en la celebración de un acto que este año ha sustituido las tradicionales pulseras por un código QR para acceder al recinto
El olor a leña, la música y las ganas de fiesta han protagonizado la jornada de este viernes en el campus de la Universitat Jaume I (UJI) que ha celebrado el evento más multitudinario de su calendario. Alrededor de 7.500 estudiantes se han dado cita en el esperado día de las Paellas, un acto organizado por el Consell de l’Estudiantat que ha servido para calentar los motores cara a las fiestas de la Magdalena.
Las puertas se han abierto a las 10.00 horas y poco después se han dejado ver los jóvenes más ‘madrugadores’. A la entrada, cada asistente ha tenido que mostrar su código QR, en sustitución de la pulsera, y ha recibido un vaso reutilizable como medida para lograr reducir la gran cantidad de basura que se genera en este evento.
El escenario no ha cesado su actividad en un festival de más de siete horas de música que ha hecho vibrar a los miles de universitarios con los dj’s Michenlo y Barce como cabezas del cartel de esta edición. El ritmo de las charangas también se ha ‘colado’ en el recinto para animar la jornada a golpe de trompeta y altavoz.
No han faltado las ya tradicionales e icónicas camisetas y sudaderas con proclamas de lo más variadas. 'La clase de anatomía, ¿en tu casa o en la mía?', 'No sé por qué estudio derecho si por ti pierdo el juicio' o 'Los niños me llaman profe, pero tú puedes llamarme cuando quieras' son algunos de los mensajes que han lucido los estudiantes.
Más barras y reparto de leña y arroz
Cabe recordar que entre las novedades de este año ha destacado la mejora de parte de las infraestructuras, como es el caso del escenario o el sonido, y el incremento del número de barras, con más espacio y personal, con el objetivo de evitar aglomeraciones, como sucedió el pasado año.
Y para fomentar la elaboración de las paellas, una práctica que ha ido disminuyendo en los últimos años, se ha repartido de manera gratuita leña y arroz para ‘avivar’ esta tradición. Sin embargo, han sido escasos los grupos de jóvenes que se han animado a elaborar la tradicional receta culinaria.
Lo que no ha faltado han sido las ganas de celebración, los bailes y los reencuentros en una jornada en la que la universidad conmemora su 33º aniversario con uno de los pocos festivales que se celebra en un campus universitario.
