No es la primera vez que utilizo esta ventana que me ofrece CASTELLÓN INFORMACIÓN para reivindicar la necesidad de crear ayudas fiscales para los sectores de la ganadería y de la agricultura, unas actividades que son absolutamente básicas para garantizar el futuro de la mayor parte de municipios de nuestra provincia que tiene menos de 2.500 habitantes.
El sector primario es sinónimo de riqueza y oportunidades para el conjunto del territorio provincial, pero si no se crea una línea de ayudas para que las explotaciones sean rentables, no solo echaremos el cierre a una gran cantidad de negocios que son sinónimo de empleo, sino que también estaremos atacando de manera directa y frontal a todos los pueblos del interior de nuestra provincia. Y es que tanto la ganadería como la agricultura, son un antídoto eficaz contra la despoblación.
Por eso, el Partido Popular presentamos al pleno de la Diputación una iniciativa para fomentar las ayudas, las bonificaciones y las rebajas fiscales al conjunto de los profesionales del sector primario. Entre ellos, la ganadería, un sector que se encuentra en una situación muy delicada tras un 2022 crítico, como consecuencia del incremento de las materias primas. Un sector que está viendo cómo hay explotaciones que ya se han perdido y que hay otras muchas ren riesgo de desaparecer.
Y es que no hay que olvidar que Castellón sigue siendo -afortunadamente- una provincia agrícola y ganadera. Un sector en constante cambio y evolución para ajustarse a las necesidades del mercado, lo que implica un gran esfuerzo económico y personal: el tipo de ganado predominante, por ejemplo, ha ido cambiando con el paso de los años, y ahora el cerdo es el gran protagonista, frente al conejo, que ha ido perdiendo cuota de mercado. Sin embargo, los gestores son los mismos, y están preocupados porque temen que no haya relevo generacional. Ahora mismos, y esta es la trágica realidad, no lo hay. A los jóvenes parece no interesarles mucho este tipo de actividad profesional.
Y si ante este escenario, las administraciones públicas no actúan, y lo hace de manera decida y valiente, se corre el riesgo de perder negocios que, como ya he dicho antes, son mucho más que empleo: también son riqueza, son estabilidad para los municipios y son oportunidades contra la despoblación. Y no ayudan, desde luego, las muchas trabas burocráticas a las que se ven obligados a hacer frente aquellos que desean emprender y abrir una granja en nuestro territorio. O facilitamos los trámites o acabaremos con este sector tan básico para nuestra economía.
En el PP estamos decididos a cambiar las cosas. Para eso necesitamos una Diputación capaz de ayudar y no ahogar a los profesionales del sector primario, que facilite la apertura de un negocio, hoy una verdadera misión imposible digna del más valiente Tom Cruise. En el PP estamos preparados para demostrar que se puede y se debe ayudar a quien lo necesita con una política que piense en el ciudadano. Nosotros, en el PP, estamos orgullosos de que nuestra provincia sea ganadera y agrícola. Y vamos a luchar para defender los intereses de los ganaderos y de los agricultores.
