Este pasado fin de semana fue asaltado e incendiado un camión con carne de cerdo procedente de Burgos.
Sergi Puchol dice que “esperemos que sea un hecho aislado porque de lo contrario deberíamos plantearnos actuar también contra la leche u otros productos franceses que nos llegan aquí”.
Castellón Información
La Unió de Llauradors i Ramaders reclama a las autoridades europeas que frenen los nuevos ataques vandálicos que han sufrido una vez más los camiones españoles en Francia, en este caso tras asaltar e incendiar este pasado domingo un camión con carne de cerdo procedente de Burgos en un aparcamiento de Landivisiau, en la región francesa de Bretaña.
Al menos tres ganaderos franceses entraron en el camión y tras ver que transportaba carne de cerdo española prendieron fuego al vehículo. Los ganaderos de esta región francesa protestan “a su manera” por el desplome de la carne de cerdo, circunstancia que aquí también está ocurriendo como consecuencia fundamentalmente del veto de Rusia a las producciones agroalimentarias europeas.
La Unió considera que se vulnera otra vez la libre circulación de mercancías dentro del ámbito de la Unión Europea e insta a que las autoridades europeas exijan al Gobierno francés responsabilidades e impongan sanciones por la inacción ante el boicot a la libre circulación de camiones hacia Europa.
Recuerda también que el sector agroalimentario francés también exporta bastantes productos a España como la leche, las patatas o las manzanas pero “nadie ataca sus camiones aunque si se convierte en algo reiterado habrá que planteárselo seriamente”, afirma Puchol.
La Unió indica que la crisis de precios que padecen los productores franceses de cerdo, como nos pasa a nosotros, tiene su origen sobre todo en el veto ruso y también por los abusos y bajos precios impuestos por el oligopolio de la gran distribución sobre la cadena de comercialización.
Además de la crisis de precios nosotros hemos de pagar más gastos de transporte para trasladar nuestras producciones a los diversos países europeos, por lo que los costes aún son mayores que los de nuestros homólogos agricultores y ganaderos franceses.
