El Ayuntamiento de Vall d’Alba ha realizado obras de conservación y mejora en la fuente y lavaderos de Pou de Beca, además de limpiar y adecentar todo el paraje, “uno de los espacios naturales más atractivos de todo nuestro término municipal”, tal como afirma el alcalde de la localidad, Francisco Martínez.
El trabajo llevado a cabo ha permitido “devolverle a la zona todo su encanto”, ya que, además de limpiar y desbrozar todo su entorno, se ha apostado por recuperar los históricos antiguos lavaderos del Pou de Beca, “los únicos que quedan en el término municipal de Vall d’Alba”, y que todavía hoy siguen siendo utilizados por los vecinos de esta partida, como ocurría antaño.
Los lavaderos del Pou de Beca se ubican sobre una fuente naciente que existe en la zona, donde brota el agua y se acumula en una balsa, para abastecer de agua a todo el contorno. El agua sobrante de esa balsa es la que sirve para alimentar los lavaderos, que están permanentemente renovados. Ahora, y gracias a la actuación del Ayuntamiento de Vall d’Alba, no solo se ha arreglado la balsa y el caño de agua, sino que se ha sacado a la luz la piedra natural que estaba oculta en las paredes del recinto, al tiempo que se ha pintado el resto.
La actuación se ha completado con la instalación de cuatro mesas y bancos, “para que los vecinos y visitantes que lo deseen puedan venir a hacer picnic o, simplemente, descansar y pasar un rato agradable y tranquilo”. “El Ayuntamiento de Vall d’Alba cumple con esta actuación con una de las demandas que teníamos por parte de los vecinos, ya que es un paraje muy querido y que, además, sigue siendo utilizado por los vecinos de las masías próximas”, subraya Francisco Martínez, quien destaca que, “además, con este proyecto, recuperamos uno de los símbolos etnológicos de nuestro pueblo, que vuelve a estar plenamente a disposición de los vecinos, como históricamente ha venido ocurriendo”.