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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 19:57

Valls en 'El Objetivo' de Ana Pastor

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Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.

En esta noche del 13 de Enero y al cambiar de canales al final del fútbol, me he encontrado de una forma casual en  La Sexta, que nunca suelo ver por higiene mental, que Ana Pastor estaba entrevistando a Manuel Valls, candidato a la Alcaldía de Barcelona de una Plataforma electoral auspiciada y amparada por Ciudadanos.

De antemano sabía la encerrona que le iba a preparar la esposa de Ferreras, porque tanto uno como la otra son los dos periodistas más sectarios y repugnantes en mi opinión de todas las televisiones públicas y privadas de España junto con el Gran Wyoming, con excepción de los estómagos agradecidos de la TV3 y sus sucursales.

Multimillonarios a cambio de venderse desde hace años a la causa que sirven, hoy tenía Ana Pastor a alguien sentado frente a ella, que representa exactamente en muchos aspectos todo lo contrario a aquello a lo que ella y su marido sirven con un servilismo inconcebible para personas normales.

Pero al menos a mi me ha servido para conocer mejor a Manolo Valls, de quien tenía un concepto muy pobre por haberse expresado desde el primer momento de un cinturón sanitario en Andalucía contra VOX, calificándoles como “populistas de extrema derecha”.

Hoy he podido verificar, que o se ha querido equivocar de una forma pueril e incomprensible o no conoce en absoluto, los 100 puntos fundamentales del programa de VOX.

El Sr. Valls hoy, en su enfrentamiento dialéctico con la periodista, no ha hecho más que repetir tantas veces como se le ha preguntado, argumentos razonados y defendidos basados en los mismos puntos en que se basa el programa fundamental de VOX.

Ha defendido la aplicación de nuestras leyes y el sistema constitucional y monárquico español, como ejemplar, renegando de todas las políticas municipales llevadas a cabo por Ada Colau y su equipo de Gobierno al frente de Barcelona anteponiendo los principios de Seguridad Ciudadana, apoyando a los servicios de Policía Municipal de todos los medios necesarios, para acabar con los “manteros” y “okupas” que han terminado con la seguridad ciudadana y el respeto a la propiedad privada en la capital catalana.

Se ha enfrentado abiertamente con los independentistas del “procés” y le ha reprochado a Ada Colau y a Podemos, su política de pactos con los golpistas y su tolerancia con la inmigración ilegal, haciendo una perfecta diferencia entre “refugiados” e inmigrantes ilegales y poniendo como ejemplo sus decisiones tanto como Ministro del Interior como posteriormente como Primer Ministro del Partido Socialista de Francia.

Se ha propuesto como candidato a la Alcaldía de Barcelona de todos los partidos respetuosos de la Constitución Española e incluso ha propuesto soluciones razonables e inteligentes al problema de la vivienda, sugiriendo un acuerdo muy necesario entre la función pública y la iniciativa privada, para que se construyan muchas viviendas de protección oficial a corto plazo para abaratar el precio de los alquileres de la vivienda en Barcelona en vez de promocionar que se ocupen ilegalmente los pisos de propiedad privada, con una legislación incomprensible en cualquier democracia sana.

Inmigración sí, pero toda legal y respetando sus derechos y deberes.

Bilingüismo real, que permita a los niños catalanes poder expresarse y comunicarse fluidamente con los 550 millones de ciudadanos del mundo de habla castellana, sin coartar la libertad individual o familiar en la elección de la lengua en que se quiere educar a sus hijos.

Y así seguiría con las respuestas que le ha dado el Sr. Valls a Ana Pastor que no se ha ahorrado ni una sola zancadilla en cuanto ha podido trabar a este híbrido, mezcla de catalán que se siente muy español y se educó en Francia y que se declara socialista, pero yo añadiría socialista francés, porque de todas las ideas que el ha expuesto, ni una sola le sirve ahora a nuestro Presidente del Gobierno.

No sé por qué razones, el Sr Valls considera a VOX un partido similar al Frente Nacional de los Le Pen en Francia, cuando si se leyera los programas de esos dos partidos, se llevaría muchas sorpresas.

Me atrevo a decirle, que él mismo y después de haberle escuchado yo muy atentamente, en estos momentos está mucho más próximo a los postulados de VOX que a los del Partido Socialista de Cataluña.

Me atrevo a decirle algo más, seguramente le resultará más factible y razonable conformar un Gobierno Municipal en Barcelona con VOX y el PP, que con esos señores que siempre se han mostrado muy proclives al catalanismo a ultranza y a los pactos con Podemos e Independentistas.

No se equivoque, ni trate de confundir a la gente.

Si ahora hay un Gobierno del PP y Ciudadanos en Andalucía es gracias a que VOX se lo ha permitido sin contrapartidas irracionales ni cargos públicos para ellos.

Y si usted de verdad conociera al socialismo español (al menos al que manda ahora) evitaría contaminarse de sus irracionales posicionamientos.

En la entrevista, me ha parecido usted un hombre de estado.

Antes de escucharle y precisamente por su sugerencia de aconsejar “cordones sanitarios” a VOX, me pareció un “cantamañanas fracasado en Francia como socialista y que se iba a estrellar en España por fiarse de ellos”.

En España se le han declarado ya muchos “cordones sanitarios” a aquellos que siempre han defendido la Ley, la unidad nacional, y la Constitución.

El Partido Popular le podría explicar todos los cordones que ha tenido que romper en los últimos treinta años, contra los frentes formados por el PSOE, PSC, PNV, CIU y ERC es decir, que el socialismo siempre se ha puesto al lado de los que pretenden romper España en mil pedazos en beneficio propio y sin importarles un comino, ni España ni el estos de los españoles.

No sea ingenuo y si de veras piensa y siente lo que ha dicho en la entrevista de La Sexta y quiere tener un futuro político desarrollando los principios que ha defendido en España, sólo lo tendrá si es capaz de situar a Ciudadanos y a su plataforma política de Barcelona, fuera de la esfera de influencias del socialismo sanchista (que es el único posible ahora) y de Podemos y todas sus Mareas españolas como Compromís.

Porque somos muchos los millones de españoles decepcionados de esa izquierda radical, revanchista y rupturista que sólo piensa mantenerse en sus cargos, mientras España se desangra y desgarra ante su ineptitud.

Si ustedes apreciados lectores, quieren verificar lo que escribo, recuperen el programa El Objetivo de la noche del 13 de Enero y lo comprobarán.