Además del premio Nadal, ha participado en el coloquio el profesor de Economía de la CEU UCH Enrique Lluch
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"La ficción no explica lo que es la violencia, la miseria, la pobreza. Todos sabemos que existen. Lo que hace es ejemplificarla, utilizar modelos que la encarnan para ahondar en los cómo y porqué que escapan a la comprensión racional. La literatura propone una didáctica de empatía, mientras que la ciencia propone una didáctica racional", ha asegurado el escritor Víctor del Árbol. El premio Nadal 2016 ha realizado estas declaraciones con motivo de su participación en el ciclo 'Realidad y ficción' organizado por la Universidad CEU Cardenal Herrera, en el marco de los actos de celebración de su décimo aniversario en la provincia, en colaboración con el Real Casino Antiguo y la librería Argot.
En el coloquio ha intervenido también el economista y profesor del CEU Enrique Lluch, que ha aportado una visión complementaria, la científica, a los fenómenos de la pobreza, marginación y violencia que abordaba la segunda edición de este ciclo de charlas de la Universidad CEU Cardenal Herrera.
"La ficción nos saca, a la fuerza, de la 'ignorancia feliz' que decía Rousseau", ha continuado el autor de "La víspera de casi todo". "Y lo hace porque la literatura considera que no hay algo demasiado grande para sus fuerzas. Al abordar la violencia, la pobreza o la miseria, no basta con lo anecdótico, lo estético o lo sorprendente. Me interesa ir a la raíz, comprender el proceso, las raíces de esos fenómenos", ha asegurado.
Para Víctor Del Árbol, el compromiso de cada escritor está implícito en su obra: "Al elegir qué temas tratar y el punto de vista desde el que hacerlo, ya está posicionándose. Creo que la ficción, más allá del aspecto ocioso, es útil para concretar realidades que, pese a ser cotidianas, no siempre sentimos como cercanas. Un personaje puede convertirse en un espejo. Y en ese espejo podemos encontrar un reflejo. Creo que la función última de la ficción es siempre invitar a una acción, lanzar una propuesta, a veces obvia pero necesaria".
La perspectiva económica
Por su parte, el profesor de Economía del CEU Enrique Lluch ha abordado los fenómenos de la violencia, pobreza y marginación desde la perspectiva científica. "El crecimiento económico no acaba con la pobreza a pesar de que cada vez tenemos más entre todos", ha asegurado. El experto, que dirige el Observatorio de Investigación sobre Pobreza y Exclusión en la Comunidad Valenciana, asegura que el motivo radica en que "la pobreza no es una prioridad en la agenda económica, sino que es un tema olvidado y con frecuencia víctima de la aporofobia".
El profesor del CEU ha abogado por cambiar el objetivo económico: desde uno que incide en la producción, basado en el crecimiento económico para tener más entre todos, a otro que se centra en la distribución: que todos tengan al menos lo suficiente.
Para ello, ha concluido, "necesitamos un verdadero cambio de paradigma económico que oriente la economía en otra dirección".