Castellón Información. FOTOS: Rafa Mezquita.
El Ayuntamiento de Vila-real, a través de la Concejalía de Servicios Públicos, atajará la plaga de estorninos en los jardines de la ciudad con una original medida, como es la contratación de un servicio de cetrería que permitirá ahuyentar controlar las bandadas de pájaros de una manera natural, sostenible y respetuosa.
El concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, ha explicado el funcionamiento de la nueva herramienta, que se pone en marcha “tras recibir numerosas quejas e instancias de los vecinos de la plaza de l’Alguer, donde este pájaro gregario ocasiona numerosos problemas”. Entre los inconvenientes, se encuentran los derivados de la suciedad que provocan en el suelo, en los bancos donde se sientan los vecinos, así como en los juegos para niños, las farolas y en los vehículos aparcados, ya que “sus excrementos son corrosivos y acaban con la piedra y el metal”. A todo ello se suma el mal olor, que se agrava cuando llueve, además del ruido que provocan en el momento de posarse en los árboles, al amanecer y durante la noche, lo que “impide el descanso de los vecinos”.
“Durante mucho tiempo, el área de Servicios Públicos se ha dedicado a evitar que este jardín fuera un dormidero con podas agresivas y drásticas sobre los ficus, fresnos y jacarandas del parque”, indica Valverde, “una solución que no nos gustaba, ya que al final lo acababan pagando los árboles y ahora vamos a intentar conseguir un equilibrio natural”.
La nueva medida cuenta con cuatro partes, que permitirán acabar con la plaga de manera natural, evitando que el problema se traslade a otros puntos de la ciudad. El primer paso será la suelta de aves, durante el día un águila Harris y otra de cola roja y durante la noche una lechuza o un búho, que se encargarán de “ahuyentar a los pájaros y hacerles sentir que no están en un lugar tranquilo y seguro”. Este objetivo se complementará con la instalación de altavoces que reproducirán sonidos naturales como los que emiten los estorninos cuando son atrapados por un águila, “para que asocien una imagen poco amable a la de estos animales y no se acostumbren simplemente a vivir con ellos”. Asimismo, los cetreros podrán utilizar pirotecnia en casos puntuales y también se hará uso de luces láser para disolver las bandadas cuando intenten acudir a posarse sobre las ramas de los árboles.
“Es un plan estructurado a lo largo del tiempo que no solo se centra en la plaza de l’Alguer, donde actualmente se dan más problemas, sino que es un proyecto global que se extenderá a todas las zonas susceptibles de convertirse en dormidero”, asegura el edil, que destaca que “el objetivo no es trasladar el problema a otros parques, sino conseguir que las aves busquen otro lugar donde no molesten a las personas”.
La iniciativa, que tendrá un coste de 8.000 euros anuales, “permitirá ahorrar en la poda de los árboles” y será llevada a cabo por los miembros del Club de Cetrería Juan de Sahagún, de Onda, que se encargará que “los estorninos desaparezcan paulatinamente de los puntos calientes de una manera natural, ecológica y sostenible”, concluye.