Benlloch afirma que "no se puede cambiar el modelo político sin el consenso de la mayoría, porque eso no es un estado de derecho".
El alcalde de Vila-real afirma que República no es sinónimo de izquierdas, y señala que no es revolucionario, pero apuesta por un modelo de diálogo que sea la base del cambio.
Cuando está a punto de concluir el proceso de la abdicación del Rey Juan Carlos, el alcalde de Vila-real, José Benlloch, apuesta por un modelo de continuidad. “Yo no he sido nunca un revolucionario, pero si un hombre de consensos”. Admite que hay toda una generación, la que nació hace 39 años, que tiene derecho a decidir el marco legal donde quiere vivir, pero eso no se puede imponer por la fuerza, tiene que ser fruto del diálogo. “La monarquía ha sido útil a este país, en 40 años el salto que hemos dado ha sido brutal". No entiende que la izquierda se apropie del modelo político de la República. "Yo no entiendo de dónde sacan algunos la tradición republicana de mi partido", dice Benlloch”, “La derecha, también gobernó en la república”.
E.Molina/X.Tirado/Castellón Información
El futuro político de José Benlloch ha sido objeto de muchos comentarios. Él sabe que es un referente, y lo indica: “joven, abogado, afiliado al Partido desde los 17 años y, por tanto, leal a las siglas del PSOE…Pero también reconoce que si hubiera querido irse a Madrid, hacer carrera fuera de su ciudad, hubiera podido hacerlo sin problemas, ya que su amistad y relación con José Bono, le ofreció no pocas alternativas políticas. Pero ahora, su sitio está en Vila- real.
“Los grandes valores no tienen por qué irse a Madrid”
Y es que Benlloch, ante todo y sobre todo, apuesta por una estructuración política donde los grandes valores del partido no se vayan por sistema a Madrid; Es una nueva generación de gente preparada que deberá hacerse cargo del gobierno de los municipios, de las comunidades autónomas, del Estado, porque está seguro que el PSOE "es la única alternativa posible de izquierdas" y está convencido de que las cosas ya están cambiando.
Forma parte de una generación que huye de tipificaciones y arquetipos. Ser de izquierdas no significa ser revolucionario, ser agnóstico, o republicano. Ser político responsable significa hablar claro, y no pretender ser quien no se es. Y José Benlloch es católico practicante, su despacho está presidido por San Pascual y la Virgen de Gracia. Es de izquierdas, pero no es republicano, es partidario de la continuidad como estabilidad, pero al mismo tiempo, reivindica el derecho de su generación a participar en el sistema democrático. En el marco que se constituya con el consenso y la mayoría, para poder afrontar el futuro con estabilidad.
“Nunca he sido revolucionario”
“Si que hay muchos de mi generación, y muchos alcaldes, que nos estamos reuniendo y hablamos del salto que tiene que dar este país, que es evidente, y se ha producido en las últimas semanas: ha abdicado el Rey…”. “Es el fin de un modelo de aquellos que hicieron un marco de convivencia cuando yo estaba naciendo. El Rey reina en España 39 años, yo tengo 39 años y toda una generación en este país, que somos millones de ciudadanos que también tenemos responsabilidades políticas y que decidimos cosas cada día, que queremos también participar en un trocito, en parte del marco en el que convivimos”.
“Todo cambia, la sociedad ha cambiado y hay que adaptarnos, pero dentro de la tranquilidad, sin nerviosismos, sin revoluciones. Nunca he sido revolucionario en ese sentido”.
“Podemos ser la Izquierda posible”
“Nosotros si podemos ser la izquierda posible, indica con un doble sentido malicioso. Podemos cambiar las cosas. Otros... Con toda la legitimidad del mundo, sabrán la dificultad de aplicar ciertas cuestiones de las que plantean… Es bueno escuchar. Poder escuchar nos hace reflexionar, pero el que ha hecho los cambios sociales en este país ha sido el Partido Socialista, y lo volverá a hacer porque es un Partido de Estado, responsable, y lo hemos demostrado ahora con el tema de la abdicación del Rey”.
“Es comprensible que aquella gente que, cuando yo nacía, estaba siendo coronado el rey Juan Carlos, que tenga ganas de decir algo respecto al marco en el que convive. Porque ese marco no lo he construido yo ni los miles y millones de ciudadanos que están por detrás de mí en edad. Y eso es lógico. Está pasando en España y no se tiene que poner nervioso nadie. Con toda la tranquilidad del mundo tenemos que dar un salto hacia la modernidad y adaptarnos a un ecosistema nuevo”.
¿Significa eso que sería partidario de que se hiciera un referéndum o que se proclamara una república en lugar de seguir con la monarquía?
“Yo soy partidario siempre del consenso, del diálogo y de la convivencia. Lo que no es posible es que algunos quieran imponer con minorías su voluntad. Me parece muy bien trabajar para el futuro para conseguir lo que tu deseas, pero no impongas a los demás lo que tu quieres que sea”.
“Cuando entró el Rey Juan Carlos, este país tenía cinco veces menor renta per cápita que tiene hoy. En cuarenta años, el salto cualitativo que se ha dado, desde el punto de vista de la modernidad de este país, y del cambio de estructuras, ha sido brutal. Lo que considero es que nos tienen que dejar hacer las cosas con tranquilidad y bien. Y sobre todo, con mayorías importantes que generen estabilidad”.
“Y luego hay un elemento con el tema de la República que me molesta especialmente… parece mentira aquellos, que están planteando que hay que dimensionar la administración, reducirla, que los ciudadanos se pierden con tantas instituciones de poder… Estado, Comunidad Autónoma, Diputación, Ayuntamiento, mancomunidades… estamos hablando de que en el siglo XXI no es necesaria tanta administración, Comunidad Europea… y que ahora generemos un presidente de la República, que no sé qué competencias va a tener tampoco. ¿Una administración más?".
“Hay mucho que hablar, por tanto yo creo que eso es un debate posterior. En estos momentos, para que el modelo de Estado sea otro, no hay otra forma que cambiar la Constitución, si queremos cumplir las normas que nos dimos todos. Y si no cumplimos las normas que nos damos todos no estamos en un Estado de Derecho. Es lo que algunos se tienen que plantear".
Pero… ¿personalmente cree que es necesaria la monarquía?
“Las cosas en la vida no me las planteo como necesarias o innecesarias, me las planteo como útiles o no útiles”.
¿Y es útil?
“Para mí ha sido útil estos años, muy útil. Y además tiene el consenso del ochenta y pico por ciento de las fuerzas que representan al Estado Español en democracia. ¿Qué queremos más? No se cómo se están cogiendo a la cabeza tantos estas semanas… ¿O es que alguien le ha puesto la pistola en la cabeza a mi partido, a UPyD, a UPN? Todos tienen derecho a votar lo que crean conveniente en las Cortes. Pero los demás han decidido respetar el reglamento para jugar el partido. Y hay que decir: no señores, es que nosotros no podemos cambiar ahora las normas que nos dimos en el 78 todos los españoles y que votamos. Vamos a aceptar con la Ley orgánica la abdicación del Rey, y lo que ha pedido mi partido es que estamos dispuestos, si hay el consenso necesario, a que esta gente, que cuando nacimos se creó dentro de un marco de convivencia de acuerdo con la realidad de aquel momento, pueda hablar hablar del futuro modelo de Estado”.
“La tradición republicana de mi partido… no se algunos de donde se la han sacado, porque algunos intentan identificar la República con la izquierda, y no es verdad. En España hubo República donde gobernó la CEDA, y era de derechas".