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Vila-real cuenta desde el pasado 25 de enero nuevamente con suministro independiente de agua potable, después de que la Conselleria de Sanidad diese la orden de dejar de mezclarla con la del Consorcio de Aguas de la Plana.
Así lo ha anunciado el concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, quien ha explicado que “desde hace meses las analíticas salen perfectas, después de una subida puntual del nivel de bromacilo hasta el límite máximo permitido”. Según explica, la aparición de este herbicida cuyo uso está prohibido desde hace 14 años se detectó en un nivel del 0,1%, “límite en el que el agua todavía se considera buena”.
No obstante, “y en lugar de hacer lo que el PP exigía, que era gastarnos dos millones de euros en instalar plantas de filtros de carbono en los cuatro pozos que abastecen a la ciudad, cuyo mantenimiento también sería desorbitado, optamos por la solución más recomendada en estos casos: inyectar agua de más calidad a los pozos, en este caso, las del Consorcio de Aguas de la Plana”, indica.
Así, se pasó del 0,1% de concentración en mayo del 2015, al 0,08 en julio, y al 0,03 en agosto y, desde entonces y hasta el día de hoy, los niveles se han mantenido rondando el 0,02 y el 0,01 todas las semanas, lo que demuestra que “la presencia del bromacilo es prácticamente inexistente”. Por ello, y “a pesar de los buenos resultados, no ha sido hasta hace unos días cuando se ha dejado de mezclar el agua, ya que hemos esperado a que fuera la Conselleria de Sanidad quien nos diera la orden, que llegó el 10 de enero”. De este modo, la ciudad ofrece ya agua “de total calidad, con un suministro independiente y propio, lo que nos permitirá también ahorrar al Ayuntamiento y a los usuarios”, señala.
Valverde se ha mostrado satisfecho por “haber sido prudentes y no haber hecho caso a lo que quería el PP, porque se ha solucionado el problema, nos hemos ahorrado dos millones de euros y el costoso mantenimiento de las plantas de carbono y, además, ya no tenemos que comprar agua extra al Consorcio, de modo que los vecinos también notarán una rebaja en la factura de unos tres euros al año por cada vivienda”.
“La concentración es estable y óptima y se revisa con mucha frecuencia”, apunta el edil, quien afirma que “este aumento puntual puede ocurrir de nuevo, por ejemplo, en un caso de precipitaciones fuertes y continuadas”. Según explica, el bromacilo, “aunque haya dejado de usarse hace muchos años, queda en la tierra y, si llueve mucho, puede llegar al manto freático, por lo que no se descarta que pueda volver a filtrarse en el futuro, aunque los frecuentes y exhaustivos controles que se realizan en el agua nos volverían a avisar y se volvería a actuar como ahora”. Además, ha destacado que “este caso tan solo se ha dado en uno de los cuatro pozos que abastecen a la ciudad, como es la Bassa del Poble, mientras en el resto no”. Sin embargo, “el agua nueva que se ha inyectado ha circulado por un anillo que une las cuatro infraestructuras, de modo que se ha saneado todo el sistema”, concluye.