“En cada fiesta, las compras y el consumo se disparan y eso revierte directamente en beneficio de los comercios y la economía local”, detalla Sempere.
La ciudad de Vila-real se prepara para vivir, a partir del viernes 30 de agosto, una nueva edición de las fiestas en honor a la Mare de Déu de Gràcia, 10 días de homenaje a la patrona de la ciudad durante los que se sucederán los más de 200 actos preparados por la Junta de Festes y las peñas y que, junto a la semana de fiestas de Sant Pasqual suponen un impacto en la economía local de más de 1,5 millones de euros al año, según las estimaciones que maneja el concejal de Fiestas, Xus Sempere. “Los 10 días de fiestas que abriremos el próximo viernes con la tradicional baixà de la Mare de Déu de Gràcia son un paréntesis necesario en la vida cotidiana, un periodo para salir a la calle y desconectar de los problemas diarios, pero también son, y así lo hemos defendido desde el equipo de gobierno desde el primer día, una oportunidad de generar economía y dinamizar la actividad en el municipio”, valora el edil.
“En cada fiesta, las compras y el consumo se disparan y eso revierte directamente en beneficio de los comercios y la economía local”, detalla Sempere. En concreto, los últimos cálculos que maneja el edil y la Junta de Festes indican que sólo las peñas de Vila-real gastan más de un millón de euros al año con motivo de las fiestas locales. “La mayor parte de estos ingresos se destinan íntegramente al comercio de la ciudad o a alquiler de locales a vecinos de Vila-real”, argumenta. Compras de alimentación para días como la xulla o los diferentes eventos gastronómicos que organizan las peñas, textil, alquileres o la organización de espectáculos y actividades generan “un fuerte impulso económico en diferentes tipos de negocio a lo largo de todo el año, pero particularmente concentrado en los dos periodos de fiestas patronales”.
Gasto anual
A estas estimaciones, basadas en el cálculo de un gasto anual de unos 6.000 euros por cada peña oficial, se suma también la inyección económica directa de la Junta de Festes en la organización de los diferentes actos de las fiestas. “El 80% del presupuesto de la Junta de Festes, cerca de 400.000 euros, se destina a las empresas de la localidad, que son las encargadas de suministrar servicios como las flores para determinados eventos, la sonorización de actos musicales, el montaje de barreras o de escenarios o las mesas y sillas que se utilizan para los concursos y encuentros gastronómicos, por ejemplo”, explica Sempere.
“Hablamos de un impacto directo de cerca de 1,5 millones de euros, sin tener en cuenta el gasto en consumo en establecimientos y comercios locales de aquellos vecinos que no pertenecen a ninguna peña o aquellos de otras localidades próximas que nos visitan durante estos días de fiestas para disfrutar de nuestro amplio programa de actos”, señala el concejal, quien, a pesar de la “dificultad de hacer un cálculo fidedigno de este gasto”, estima que este consumo podría rondar el medio millón de euros anuales.