Pasqual Batalla, avanza las primeras líneas de una actuación en tres fases con la que se persigue “dignificar el centro y el entorno de la iglesia y dinamizar la red comercial local”.
El centro de Vila-real tendrá una nueva plaza de 1.400 metros cuadrados en el lugar que actualmente ocupan el edificio de los juzgados, donde el equipo de gobierno plantea un proyecto en diferentes fases que prevé la demolición y construcción de un nuevo mercado central en tres alturas que combine las paradas tradicionales de venta con puestos de restauración y espacio para actividades, con el objetivo final de dinamizar el centro de la ciudad como una “gran área comercial abierta” e “impulsar y dignificar el mercado, como el corazón que es de la red comercial de Vila-real”. El primer teniente de alcalde y concejal de Comercio y Fomento Económico, Pasqual Batalla, ha dado a conocer hoy los primeros detalles de este proyecto a medio plazo, que se iniciará una vez realizado el traslado al nuevo Palau de Justícia con la demolición del edificio de los juzgados actuales, en la plaza Colón.
“El traslado de los juzgados nos va a permitir llevar adelante uno de los principales proyectos que siempre hemos tenido este equipo de gobierno, que es dinamizar la red comercial y la vida de la ciudad”, valora Batalla. Para ello, el proyecto, que se prevé en tres fases diferenciadas, se plantea como objetivo la “dignificación” del centro y el entorno de la iglesia arciprestal Mayor San Jaime, declarada Bien de Interés Cultural, mediante la creación de una nueva plaza diáfana de 1.400 metros cuadrados, y la construcción de un nuevo modelo de mercado central con más usos, en el que el comercio tradicional y la restauración vayan de la mano para “dinamizar tanto el propio mercado como el gran espacio comercial abierto que es el centro de la ciudad”. “Lo vamos a hacer por fases porque queremos tener los pies en el suelo y no caer en errores del pasado con obras faraónicas que se demuestran luego inviables. Por eso, vamos a actuar por etapas y adaptándonos a la situación económica y social del consistorio”, puntualiza Batalla.
Demolición de los juzgados
Por el momento, los técnicos trabajan ya en la primera de estas fases, consistente en la demolición de los juzgados, que liberará 785 metros cuadrados de suelo en la plaza Colón, dejando intacta la parte del edificio que alberga actualmente el mercado y el aparcamiento en semisótano. El suelo público liberado se acondicionará como plaza provisional para el uso por parte de la ciudadanía e incluso para la ubicación de paradas del mercado ambulante. Tras esta primera fase, el Ayuntamiento buscará con los vendedores una ubicación consensuada para ubicar las paradas mientras se acometen la segunda y tercera fases del proyecto, consistentes en la demolición del actual mercado, que liberará otros 605 metros cuadrados de suelo, y la construcción de un nuevo edificio y urbanización definitiva de toda la plaza.
“La idea inicial es construir el nuevo mercado en tres plantas y adosado a las casas, cambiando de esta forma la orientación original, para dar mayor amplitud a la plaza”, explica el concejal de Fomento Económico. En la primera planta, de aproximadamente 525 metros cuadrados, se ubicarían las paradas de venta tradicional y en el segundo piso, dejando pasar la luz a la planta baja a través de claraboyas, se prevé la creación de un área para restauradores locales y la celebración de actividades. El edificio se completa con una tercera altura de 300 metros, donde se ubicarán las dependencias administrativas del mercado, así como aparcamiento subterráneo, que duplicaría las plazas actuales. En el caso de encontrar restos de la antigua muralla medieval, añade el edil, se recuperarían, dejándolos en el interior del mercado, pero a la vista.
“Con este proyecto lo que buscamos es renovar el servicio actual y diseñar un nuevo mercado municipal que combine el comercio con la restauración, un binomio que se ha demostrado que funciona muy bien en algunos mercados donde ya se ha puesto en práctica”, valora el teniente de alcalde. “De lo que se trata es de que ambos sectores se retroalimenten y se ayuden mutuamente para revitalizar la ciudad y la economía local", concluye Batalla.