La muestra compuesta por 30 obras de un total de 20 artistas se inaugura el día 27 en Benicàssim y podrá visitarse hasta el 30 de mayo
Castellón Información
Comisariada desde la firma de Arte Contemporáneo GACMA, la exposición está compuesta por 30 obras de un total de 20 artistas capitales y revela la evolución de la obra gráfica y propone una reflexión sobre la relación entre el artista y la tecnología. Nombres propios de la plástica del siglo XX como Pablo Picasso, Salvador Dalí, Miró, Tàpies, Antonio Saura, Eduardo Chillida, Canogar, Arroyo, el Equipo Realidad, Gordillo, Miquel Barceló sin olvidar autores internacionales como Andy Warhol o Chagall, entre otros. La inauguración está prevista para este sábado 27 de marzo a las 12.00 horas y contará con la asistencia de autoridades municipales así como el director de GACMA, Cecilio Rodríguez. A partir de entonces, la exposición podrá visitarse hasta el próximo 30 de mayo de 2021 en horario de jueves a domingo de 17.00 a 20.00 horas y como explica el concejal de Cultura, Javier Alonso, “volvemos a reactivar este espacio cultural en nuestro emblemático palacete municipal y con todas las medidas de seguridad sanitaria para que la cultura segura no pare”.
Javier Alonso ha visitado las tareas de montaje junto a la alcaldesa, Susana Marqués, quien se congratula porque “esta exposición coja el testigo de la muestra ‘Picasso. El Taller de La Californie’ que albergaron estos muros durante el pasado verano y con la que comenzamos una andadura por convertir esta sala de exposiciones en un referente cultural no solo para Benicàssim, sino para toda la provincia”.
El recorrido expositivo posee un marcado carácter didáctico y ha sido diseñado en bloques temáticos que arrancan con los orígenes del arte contemporáneo en España, recorre los lenguajes más abstractos, la escultura contemporánea, el Pop Art, la serigrafía e incluso alcanza una visión poética del arte español de los años ochenta y noventa. Y es que el recorrido expositivo concluye con la posmodernidad, una concepción cultural propia de la sociedad de las últimas décadas del siglo XX, que se asocia al culto de la individualidad, a la ausencia de interés por el bienestar común, admitiendo un fracaso de la sociedad.
“La obra gráfica contemporánea parece posicionarse hoy en un terreno separado de su concepción tradicional cambiando de percepción y prioridades y destacando posibilidades poco desarrolladas hasta el momento. Sus características más marcadas, como lo democrático, múltiple, económico o popular son transformadas y reorganizadas por el artista formando parte de un discurso conceptual en la obra donde las potencialidades son asumidas como instrumentos creativos al servicio del arte”, señalan sus promotores.
“La importancia de la tecnología en la producción, de forma involuntaria, añade valor a la manufactura de la obra envolviéndola de un aura particular y tan diversa como las diferentes técnicas y usos, que además se incorporan como herramientas ocultas en el proceso gráfico creativo”, añaden.
En los últimos tiempos, muchos artistas han utilizado la obra gráfica sin prejuicios como base de muchos de sus trabajos. Sus propiedades plásticas, su incitación a la investigación, su capacidad de sorprender, su abanico de posibilidades y soportes o sus fronteras abiertas hacen de la gráfica moderna una disciplina en auge para la creación contemporánea.