FICHA TÉCNICA:
-3- VILLARREAL: Asenjo; Mario, Gabriel, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Bruno, Trigueros (Pina, 75’), Jonathan dos Santos (Moi Gómez, 61’), Cheryshev; Uche (Giovani, 46’) y Vietto.
-0- DEPORTIVO: Fabricio; Juanfran, Lopo, Sidnei, Canella; Álex Bergantiños, Juan Domínguez, José Rodríguez (Wilk, 73’), Cavaleiro, Fariña (Cuenca, 59’); y Toché (Helder Postiga, 69’).
GOLES: 1-0, min. 10: Jonathan dos Santos. 2-0, min. 67: Vietto. 3-0, min. 72: Vietto.
ÁRBITRO: José Luis González González (Comité Castellano-Leonés). Amonestó a Bruno (74’) por parte del Villarreal y a Sidnei (55’), Toché (60’) y Lopo (70’) en el caso del Deportivo de la Coruña. Expulsó a Pina en el minuto 79 por roja directa.
INCIDENCIAS: Estadio El Madrigal, ante unos 16.000 aficionados.
F. A.
El Villarreal volvió a demostrar que atraviesa un dulce momento de forma en la visita del Deportivo de la Coruña a El Madrigal, donde los amarillos terminaron imponiéndose por 3-0 al conjunto gallego con un doblete de Vietto y un tanto de Jonathan dos Santos que abrió el marcador. Apenas pudieron responder los de Víctor Fernández a la propuesta de un Submarino que supo conjugar a la perfección el buen fútbol y la pegada.
Tenía prisa el Villarreal por adelantarse. Los amarillos imprimieron una considerable velocidad al juego en los primeros minutos. Explotando su rápido juego de pase, el Submarino danzaba frente a un Deportivo que trataba de contener las internadas locales con convicción pero al que apenas le daba tiempo para cerrar sus líneas.
En el minuto 10, y después de varias aproximaciones, Vietto abrió en banda para Cheryshev y el ruso conectó un potente disparo raso y cruzado que obligó a Fabricio a rechazar. Con el balón suelto en el área y el portero ya rendido, Jonathan dos Santos, bien colocado, anotaba a placer su primer gol en El Madrigal.
El tanto obligó a que el Depor abandonase su área, pero los amarillos, muy frescos, seguían haciendo circular el balón con bastante comodidad. En el 19, Vietto remató bien un pase de Cheryshev y Fabricio, en una doble intervención, repelió bien primero el tiro del argentino y después el remate del propio extremo ruso. A la media hora, Uche tenía su oportunidad tras un gran centro de Mario, pero el nigeriano no llegó y el balón terminó perdiéndose por la línea de banda. El Submarino avisaba, pero el segundo gol se hacía esperar más de lo deseable.
En la segunda parte, los amarillos comenzaron con el mismo hambre que en el primer tiempo. En el 50, Gio aprovechó un buen pase de Cheryshev desde la frontal para encarar a Fabri en la izquierda y disparó bien a media altura, aunque el meta deportivista leyó bien la jugada y despejó en el uno contra uno.
En el 65, el Deportivo dispuso de una buena oportunidad con un gran tiro bombeado de Bergantiños que se marchó alto y justo en la siguiente jugada, los blanquiazules obligaban a Asenjo a emplearse a fondo con otro gran tiro de Sidnei que el meta palentino detuvo en la línea de gol.
Y cuando más falta hacía, llegó el segundo para los de Marcelino. En el 67, Bruno capturó la pelota una salida del Deportivo y sirvió para Víctor Ruiz, que terminó ejerciendo de extremo y asistiendo desde la izquierda a Vietto para que el argentino hiciese el segundo a placer.
Se gustaba el Villarreal y El Madrigal, como perfecto complemento, se entregaba a la fiesta de los amarillos. Cinco minutos después del segundo, el Submarino volvió a golpear. De nuevo en una rápida salida de los locales, Cheryshev salió desde la izquierda y, con un impresionante pase con efecto, asistió a Vietto con maestría en el 3-0. Solo le hizo falta empujar la pelota al mediapunta de Balnearia, que ya acumula doce tantos desde su llegada al conjunto amarillo.
Faltaban poco menos de veinte minutos, pero el partido aún reservaba emociones fuertes. En el 79, Pina vio inexplicablemente la roja directa –el manchego tocó claramente el balón- al despejar un balón en el centro del campo y dejaba con diez a los locales. Aún así, los amarillos no pasaron apuros y repelieron todas las internadas de un Deportivo que trató de recortar distancias, pero ya no quedaba tiempo para más.