Ganar o ganar. No cabe otra si se quiere seguir estando ahí arriba en la tabla clasificatoria. El Villarreal B recibe al Lleida en un partido que el filial lo considera una final, dado que su rival será uno de los enemigos con el que luchará por estar en la promoción y al que se medirá con nueve bajas. El conjunto ilerdense es segundo en la tabla clasificatoria y acumula diecisiete jornadas consecutivas sin conocer la derrota. Así que una cita muy exigente para la joven escuadra de la Plana Baixa.
Los de Lluis Planagumà intentarán reencontrarse con la victoria para quitarse el mal sabor de boca por la derrota ante el Huracán de hace ocho días atrás, en un partido en el que la única noticia positiva fue el debut del delantero Jorge Ortí, recientemente fichado del Zaragoza. Quién sabe si este domingo el prometedor futbolista se estrena ya en el once inicial.
Y es que son muchas las bajas que arrastra el Villarreal B para este complicado partido. Son las del guardameta Richi Paz, el central Javi Ramírez, los centrocampistas Pepe Palau y Pablo González, así como el mediapunta Nahuel Leiva, en estos casos por lesión. Esta semana se añade el mediocentro sevillano José Ángel Jurado, así como la del mediocentro Edu Ramos y el portero Aitor, que esta semana han sido convocados por el primer equipo. Si no son alineados por Marcelino, estarán habilitados para jugar contra el Lleida Esportiu.
Por no estar, no estará ni el joven mediapunta mexicano Jonathan Espericueta ya que aún no está solucionado el tema de su tránsfer internacional. Todas estas bajas provocan que Planagumà tan solo tenga trece jugadores disponibles de su actual plantilla, por lo que el técnico echará mano de nuevo del Villarreal C, con los chavales Quique Cebriá, Pablo Larrea y Dani Máquez.
Con todo ello, el posible once que presentará el filial amarillo estará integrado por Aitor o Zagala; Blázquez, Alic, Galas, Fran García, Felipe Alfonso, Pablo Larrea o Edu Ramos, Sergio Marcos, Juan Cámara, Jorge Ortí y Juanto.
