La Plaza Mayor y la plaza del Estadio de la Cerámica han sido los lugares de encuentro de la afición grogueta
Rafa Mezquita//Castellón Información
Locura generalizada por las calles de Vila-real tras la victoria del Villarreal en la Europa League. Las calles más céntricas de la localidad, sobre todo la playa Mayor y los alrededores del Estadio de la Cerámica, se han llenado de groguets.
Pero ha sido por poco tiempo porque el toque de queda decretado por la Generalitat ha impedido que se alargara la fiesta. Cabe destacar que todavía estamos en un momento de pandemia y los ciudadanos amarillos han cumplido respetando las restricciones.
La locura se ha desatado al filo de las 00.00 de la noche. La victoria ha llegado tras una tanda de penaltis que ha acabado con un espectacular 11-10. La consecución del primer título amarillo ha generado la 'ilusió de tot un poble', pero ha acabado tan solo una hora del confinamiento nocturno. Por eso los lugares habituales de celebración de los groguets se han abarrotado, pero la Policía los ha dispersado rápidamente. A buen seguro que la fiesta se traslada ahora a los domicilios.
Una vez Rulli ha parado el penalti de De Gea los coches han empezado a salir a la calle a hacer sonar sus cláxones.
Una fiesta que seguira durante los próximos días y que se hará todavía más larga cuando el Submarino Amarillo surque los mares de la Champions League la temporada que viene. Además, entra en la disputa de un título más, la Supercopa de Europa.