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domingo, 24 de noviembre de 2024 | Última actualización: 14:11

Vinaròs endurecerá las sanciones a los propietarios de solares urbanos sin limpiar

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El objetivo es que los propietarios asuman sus obligaciones de mantenimiento y limpieza de los terrenos para evitar la proliferación de plagas o incendios

El Ayuntamiento de Vinaròs endurecerá las sanciones a los propietarios de solares urbanos que estén sin limpiar, con el fin de evitar la proliferación de plagas o incluso incendios.

El primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Marc Albella, ha dado a conocer el nuevo protocolo de actuación que aplicará el Ayuntamiento para garantizar la limpieza y mantenimiento de las parcelas privadas ubicadas en el casco urbano.

Albella decía, en primer lugar, que un solar descuidado puede provocar la aparición de plagas de insectos o roedores, además también de ser posibles focos de incendios, “por lo tanto, su limpieza es importante por motivos de seguridad y salubridad””

El edil de Urbanismo explicaba que "Vinaròs tiene un término municipal muy extenso de más de 95 kilómetros cuadrados, y no solo tenemos casos de parcelas descuidadas en el casco urbano, sino también en las costas norte y sur, y en la ermita entre otros”.

De 22 ordenes de limpieza de solares sólo se han realizado cinco

El primer teniente de alcalde informaba que este año, hasta finales de julio, se han abierto 22 órdenes de ejecución para pedir a los propietarios que cumplan con sus obligaciones de limpieza de los solares, de las cuales solo se han resuelto favorablemente cinco, lo que representa solo un 22,7 por ciento.

En este sentido, Albella insistía que “ante la lentitud y demora de todo el proceso, y después de consultarlo con los servicios técnicos y jurídicos del Ayuntamiento, se cambiará el protocolo, introduciendo novedades y sanciones para que los propietarios de los terrenos cumplan con sus obligaciones”.

Hasta ahora el Ayuntamiento comunicaba a los propietarios tanto de solares vallados como sin vallar la obligatoriedad de limpiar los terrenos con el margen de un mes para poder actuar. Si pasado este tiempo no se realizaba ninguna acción, entonces el consistorio pedía la autorización correspondiente al juzgado para entrar en la parcela para hacer la limpieza, a través de una ejecución subsidiaria, que supone cargar los correspondientes gastos de los trabajos a los propietarios.

Se cambia el protocolo de actuación

El nuevo protocolo cambia la forma de actuar y endurece las sanciones. Así, sí se trata de un solar sin vallar, pasado un mes del aviso y sin ninguna actuación, entonces el Ayuntamiento entrará directamente a la parcela para realizar los trabajos de limpieza, a través de una ejecución subsidiaria, sin necesidad de esperar la autorización al juzgado, puesto que las consultas legales avalan esta actuación, explicaba Albella.

Además, el Ayuntamiento se reserva el derecho de hacer esta actuación con medios propios o a través de empresas externas.

Solar vallado

En caso de tratarse de un solar vallado, pasado un mes del aviso y sin ninguna actuación, entonces el consistorio tendrá que pedir autorización al juzgado para poder realizar los trabajos de limpieza. Pero, paralelamente a esta autorización, al propietario se le aplicará una multa coercitiva por incumplimiento de su obligación, que se podrá imponer de forma mensual hasta un máximo de 10 veces por el valor total de la limpieza o hasta que realice el mantenimiento correspondiente del solar.

El edil decía que “cabe la posibilidad que, con la multa, el propietario acceda a limpiar la parcela antes de que se pueda recibir la autorización pertinente del juzgado. Aún así, en los casos más graves, el Ayuntamiento se reserva el derecho de abrir expedientes sancionadores o llevar a cabo también una ejecución subsidiaria”.

El primer teniente alcalde insistía que “este nuevo protocolo busca acelerar las actuaciones de limpieza de las parcelas y sobre todo presionar a los propietarios para que cumplan con su obligatoriedad de mantener en óptimas condiciones sus solares. Tenemos que entender que no estamos ante una opción, si no una obligación que, si se deja de hacer, puede tener consecuencias colectivas”.