Varias carreteras han tenido que ser cortadas por la gran cantidad de agua acumulada en el cauce del río Cervol
Juan José Benito//Castellón Información
El extremo norte del término municipal de Vinaròs es el más afectado por las fuertes lluvias que se están produciendo durante toda la jornada de hoy.
Unas lluvias intensas que han provocado el desbordamiento del barranco Triador, arrastrando la riada un vehículo al mar y atrapando a otro en el puente de la avenida Francisco José Balada, carretera de la costa norte.
El puesto avanzado de mando de los bomberos ha sido instalado en la explanada del antiguo kilómetro 148 de la Nacional 340, donde se encuentran todas las fuerzas de seguridad y en el que se encuentra el alcalde. Los bomberos han traído a un equipo subacuático por si fuera necesaria su intervención.Una carretera que ha sido cortada desde el barranco Barbiguera, que amenaza con desbordarse, hasta la urbanización Melocotón.
También se ha tenido que cortar la antigua Nacional 340 por estos mismos barrancos, además del antiguo camino de Alcanar y el de la Sunyera. La N-238 también se ha cortado por la gran cantidad de agua, incluso un helicóptero ha tenido que rescatar cuatro personas que se habían quedado atrapadas en un tramo donde no se podía producir un recate terrestre.
Otros caminos cortados durante la jornada de hoy han sido el camino Peñiscola desde el camino Carreteras hasta el rio Cervol, además del camino Gisbert y el camino Rossell.
A parte de los dos barrancos antes citados, han aportado agua al mar los ríos Cervol y Sénia, así como el barranco Aiguaoliva, este último en el extremo sur del término municipal.
Por otra parte, en la urbanización La Closa se ha tenido que achicar el agua un tramo del vial que la une con la carretera de la ermita, ya que impedía la entrada o salida de coches.
Por otro lado, en el vecino municipio de Alcanar (Tarragona), donde han caído ya más de 200 l/m2, algunas calles parecían auténticos barrancos arrastrando vehículos, así como el núcleo marinero de Les Cases d’Alcanar, donde el agua inundaba el paseo marítimo alcanzado el metro de altura, así como su calle principal que parecía el cauce de un río.
