Los más beneficiados han sido los hosteleros de la comarca del Baix Maestrat
Juan José Benito/Castellón Información
El cierre de la hostelería catalana ha provocado un éxodo de vecinos de municipios de Cataluña a tierras del norte de Castelló.
Un ejemplo es el caso de Vinaròs, que tanto la jornada del sábado como la de hoy domingo ha registrado un alto volumen de visitantes, lo que no es normal en estas fechas del año.
Si bien los catalanes son los principales visitantes los fines de semana de fuera de temporada a Vinaròs, lo de este fin de semana ha sido extraordinario.
La imagen que daba el paseo marítimo de Vinaròs era más la de un mes de agosto que la de finales de octubre, además con un domingo soleado.
Sin lugar a dudas los propietarios de cafeterías y restaurantes de Vinaròs, así como Rosell, Sant Rafel del Riu o Benicarló, entre otros municipios del norte de la provincia, se han visto beneficiados.
El éxodo catalán no sólo ha beneficiado a los hosteleros, sino también al sector comercial de Vinaròs, especialmente el sábado cuando los comercios estaban abiertos.
Los vecinos de los municipios tarraconenses más próximos a Vinaròs, como Alcanar, La Sénia, Ulldecona y Sant Carles de la Rápita son los que más se han visto estos días.
Pero también de otros más lejanos, una familia de una localidad próxima a Barcelona ha viajado hasta Vinaròs para celebrar un aniversario de boda, mientras otra familia de Tarragona ha venido a celebrar el primer cumpleaños de su hijo menor.
Muchos catalanes también han aprovechado para conocer municipios como Peñiscola o Morella, donde también ha habido un incremento de visitantes este fin de semana.