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sábado, 23 de noviembre de 2024 | Última actualización: 14:16

Vinicius: ¡Un ídolo con piés de barro!

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El fútbol de élite español, lleva ya muchos años con excelentes jugadores de color (no les llamaré negros para que no se molesten) pero que se han integrado perfectamente en la sociedad española y nunca crearon el malestar ni la confrontación que se ha empeñado en fomentar este “pobre niño”, que se considera a sí mismo lo que está muy lejos de ser.

Con esto, no quiero justificar lo injustificable en la actitud ofensiva e insultante de algún descerebrado aficionado del Valencia, durante el partido del pasado domingo.

¿Qué ha ocurrido hasta ese día en los estadios de fútbol, cuando a cualquier jugador se le ha llamado “tonto” o “negro” desde la grada?

Absolutamente nada, porque cada cual sabe perfectamente la intrascendencia de esos apelativos, que no tienen por qué ofender a quienes los reciben, si estos son conscientes de lo que son y representan en cada momento y que esas “ofensas” son muy bien compensadas con unos ingresos excepcionales, que, por supuesto reciben puntualmente.

Sólo un crío malcriado como la incipiente estrella madridista ha saltado al primer plano de la actualidad en el medio siglo de futbol de élite que llevo viendo yo en todo el mundo.

Habré presenciado tanto en Mestalla, como en el Estadio de la Cerámica (antes Madrigal) y por otras canchas de tres continentes, cerca de mil partidos de fútbol de mucha categoría y nunca tuve que vivir una situación como la que el domingo se generó en nuestra capital regional, porque un pobre imbécil o algunos más se les ocurrió llamar “negro” o “tonto” a este pobre diablo, que sin la menor duda es las dos cosas.

¿De qué se avergüenza este chico, tan infantil como consentido por su equipo y sus compañeros?

¿Acaso no del color de su piel?

Porque sin la menor duda “tonto” lo es sin la menor duda, cuando su comportamiento no deja lugar a dudas.

Ha creado una situación increíble hasta ayer, en cualquier espectáculo deportivo del balón pie en el mundo.

Si era eso lo que buscaba él o quienes le apoyan y comparten sus intereses, hay que felicitarle porque hoy medio mundo encabeza la prensa deportiva, tanto escrita como radiofónica o televisiva con sus fotos, su tortazo a Hugo Duró (que mereció su expulsión) y todo el rifirrafe que se generó por su infantil comportamiento.

Cuando crezca y madure intelectualmente si algún día lo hace, se avergonzará de su conducta, aunque ahora le guste que le conviertan en “una víctima propiciatoria”.

Lo realmente transcendente para mí de ese partido, fue un principio de partido en el que jóvenes valencianos se vaciaron totalmente atacando y presionando a un Real Madrid muy superior técnicamente y marcado un gol y mereciendo algunos más, que Courtois salvó con su habitual acierto bajo palos.

Afortunadamente Mamardashvili no quiso ser menos, y en la segunda parte y en apenas dos minutos al final saco milagrosamente un cañonazo de Valverde desde muy cerca y luego un disparo de Benzema a la escuadra, que hubieran comprometido seriamente la permanencia del Valencia en Primera División.

Pese al circo que inventó Vinicius y acabó con su expulsión, el Valencia acabó ganando su partido más importante desde hace mucho tiempo y en mi opinión se ha garantizado casi totalmente con los 40 puntos su permanencia, aunque no tengo la menor duda de que acabará acumulando alguno más en los tres partidos que quedan por jugar.

Para acabar, le recordare a Vinicius, que en el equipo valenciano, tenemos a Thierry Correia, Foulquier, Diakhabi, Ilaix, Younus Musa, Samu Lino y hasta Kluivert como mínimo, que tengan el mismo color de epidermis que tiene él y nunca se han sentido discriminados entre los valencianos o al menos nunca lo han hecho saber.

¿No será más un problema personal suyo?