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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 19:57

Las viriasis invernales y los recortes en personal provocan colapsos en los centros médicos

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Edificio del Centro de Salud Rafalafena en Castellón.

 

La historia se repite. Un año más, las tan extendidas afecciones víricas propias del invierno sumadas a la cada vez más precaria situación de la sanidad pública vuelven a colapsar centros de atención primaria y urgencias. Mientras, el personal sanitario trata de lidiar con esta situación que es, cada vez, más “peligrosamente” habitual.

Esperas de más de tres horas respecto la cita concedida y facultativos que terminan su jornada con más de un 60% de pacientes extras visitados son situaciones habituales estos días en los centros sanitarios de toda la provincia.

Especialmente, las consultas de pediatría que registran importantes colapsos mientras las aulas de los colegios registran un alto porcentaje de ausencias.

Y es que, como comentan los profesionales sanitarios “los meses de enero y febrero coinciden con los picos de muchas viriasis y es ahí cuando se notan más los recortes porque hay menos sustituciones”.

El doctor Giorgio Atella, médico de atención primaria y responsable de la sección de sanidad del sindicato CSIF explica que con esta situación “es imposible mantener las horas porque si de 30 o 35 pacientes previstos se pasa a más de 50 por lo que se consideran urgencias no demorables, hay una prolongación del tiempo de visitas y del tiempo de espera que se va acumulando”.

Del mismo modo, con esa sobrecarga de trabajo, los pacientes tampoco consideran que la atención sea siempre como es debida. “Por supuesto que el paciente lo primero que quiere es ser atendido, aunque también es cierto que cuando se le explica la situación de que no se cubren las sustituciones y los que estamos tenemos que asumir el trabajo se los compañeros, la mayoría lo van entendiendo”, añade Atella.

No obstante, lo preocupante de la situación es que si pese a “la prevalencia de las viariasis este año no es especialmente alta”, según apuntan los expertos, es fácil prever hasta que punto el panorama podría ser alarmante